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Entrevista:

"No tengo mas remedio que ser un hombre duro"

Sutherland, comisario europeo de la Competencia, ha abierto a España una docena de expedientes

Es quizá, en estos momentos, uno de los personajes más temidos entre los empresarios europeos. Su labor consiste en vigilar y tomar medidas contra todo lo que suponga una vulneración de los principios de la libre competencia. Las personas que trabajan para él son capaces de poner patas arriba una empresa hasta dar con el documento que demuestre que no se respetan las reglas del juego. Lo mismo les ocurre a los Gobiernos de los países comunitarios. Porque, como irlandés, a Peter Sutherland no le gustan las medias tintas y no da el aspecto de ser un David que lucha contra el gigante.

Más de dos años al frente de la Comisaría de la Competencia -"aunque estoy por pensar que, como ocurre con los años del trópico, los del comisario cuentan doble"- le han hecho merecer a Sutherland muna fama de hombre duro.Está casado con una santanderina, de Reinosa, y opina que España está llevando a cabo su proceso de adaptación a la CE con problemas no muy diferentes a los del resto de países miembros. "Más o menos, todos cojean del mismo pie", viene a decir Sutherland. Para España es, sin embargo, una especie de tormento. En el año y medio transcurrido desde la adhesión, Sutherland ha abierto una docena de expedientes. Las subvenciones de las ZUR, la liberalización del transporte aéreo, el desmantelamiento de los monopolios de petróleo y tabaco, las ayudas encubiertas a ENASA, las trabas españolas a la importación de coches usados o las ayudas regionales a Magefesa están entre ellos.

Pregunta. Usted es considerado como una persona especialmente dura en la forma de vigilar que tanto los Estados miembros como las empresas se atengan a las reglas del juego de la libre competencia.

Respuesta. No tengo otro remedio. Durante mi primer año como comisario europeo estuve a cargo de los asuntos sociales, formación y educación, y estoy seguro que en ese momento tuve la fama de ser un hombre suave. Pero ahora, estando a cargo de ejecutar la política de la competencia, se requiere tomar medidas duras. Si no ejecutamos la política de competencia, si no la llevamos adelante, todo el mundo sufre, tanto los consumidores como las empresas. Le voy a poner un ejemplo: muchas industrias que están protegidas sufren por ineficacia y creo que en el caso español se han producido algunas dificultades precisamente por esta falta de eficacia.

P. El desmantelamiento del monopolio del petróleo en España es un asunto que lleva camino de los tribunales si no se ponen de acuerdo con el Gobierno español sobre algunos aspectos concretos. ¿Qué salida piensa dar usted si no se produce este acuerdo?

R. Hasta el momento se ha hecho bastante y ha habido importantes progresos en las conversaciones. Hay una carta de la Comisión al Gobierno español pidiéndole que nos haga llegar sus comentarios sobre los problemas que todavía existen y que yo deseo que se resuelvan, de acuerdo con lo establecido por el artículo 48 del Tratado de Adhesión. Pero, por el momento, mientras no aclaremos estos aspectos, no deseo hacer ningún comentario más.

Transporte aéreo

P. Usted ha afirmado que la liberalización del transporte aéreo se llevará a cabo aun en el caso de que los Estados miembros, fundamentalmente España y el Reino Unido, no se pongan de acuerdo sobre el problema planteado con el aeropuerto de Gibraltar. ¿Cree que los dos países en este asunto se han salido por la tangente o le parece una oposición seria?

R. Quiero decir, antes que cualquier otra cosa, que me parece trágico que no hayamos conseguido un acuerdo completo en lo que se refiere a la liberalización de las tarifas aéreas. Han pasado varios años de negociación y había un acuerdo general sobre las materias relativas al transporte aéreo.

Es muy desafortunado que la gente en Europa no pueda aprovechar las ventajas del acuerdo que nosotros propugnamos, como son el abaratamiento de las tarifas y la multiplicación de vuelos entre los Estados miembros. Naturalmente, esto no quiere decir que yo no entienda el problema de Gibraltar, pero también entiendo que se trata esencialmente de un asunto bilateral y completamente ajeno a nuestro proyecto.

Espero, sin embargo, que se encuentren los medios para resolverlo. Pero afirmo que si no hubiese acuerdo debido a este impedimento, nosotros procederemos a ejecutar las disposiciones del Tratado. Esto es algo que ya venimos haciendo desde el 13 de junio, enviando requerimientos directamente a las compañías aéreas. Pero hubiese sido más fácil para todo el mundo que en vez de seguir esta vía hubiésemos procedido por la vía de un acuerdo. Y en mi opinión, también hubiese sido mejor para las líneas aéreas nacionales.

P. El nuevo reglamento sobre fusiones y concentraciones de empresas que permita frenar el carácter cada vez más oligopólico de las estructuras del mercado en Europa está bloqueado desde hace casi 15 años. ¿Este bloqueo responde a las presiones de los lobbies sobre los Estados miembros? ¿Qué piensa hacer la Comisión en el caso de que no se le pueda dar una salida?

R. No. No es un problema de grupos de presión, sino que son problemas planteados por ciertos Estados miembros. Teniendo en cuenta que esta propuesta está sobre la mesa desde 1973, si antes de Navidades no se llega a un acuerdo entre los Estados miembros para sacar adelante el reglamento, yo propondré a la Comisión que lo retire. En este caso, proseguiremos la política relativa a concentraciones y fusiones de empresas de acuerdo con las normas que ahora tenemos.

P. Existe un cierto malestar entre las empresas y entre determinados profesionales sobre los métodos poco sutiles que utilizan sus inspectores cuando desembarcan en una sociedad...

R. Este argumento no tiene justificación. Todo lo que hacemos nosotros y nuestros agentes es buscar la verdad. Y se pide información para encontrarla . Y no entendemos por qué no se nos da la información debida si se trata de buscar la verdad. Nuestros derechos están claros en el Tratado y continuaremos ejercitándolos de manera rígida.

Bueno para sí, malo para otros

La adaptación de las subvenciones públicas a las normas comunitarias sobre la competencia ha encontrado también reticencias entre los distintos Estados miembros, y esta cuestión es una de las que más le preocupan a Sutherland "porque no ha sido suficientemente debatida"."En el tiempo que llevo en la Comisión", dice el comisario, "me he dado cuenta de que todos los Estados miembros tienden a pensar que las subvenciones estatales de los demás son perjudiciales y las suyas están plenamente justificadas". "El tema me preocupa porque es nuestro deseo que los países más pobres puedan atraer industrias hacia ellos y, por tanto, es nuesta intención que haya un control muy firme sobre las ayudas estatales en los países ricos. Pienso que la política que hemos seguido en relación con las ayudas estatales está ya poduciendo efectos en el sentido de atraer inversiones hacia los países menos los, entre ellos España."

P. ¿Qué reformas son necesarias en el presupuesto comunitario para conseguir este objetivo?

R. Pienso que hay que duplicar los fondos estructurales. Pero ésta es solamente una cara de la moneda. La otra es que hay que controlar las ayudas estatales. Y tiene que haber una coherencia evidente entre lo que se haga con los fondos regionales y con la instrumentación de las ayudas estatales. Para mí es muy agradable ver cómo el FEDER ya está en España y cómo se pueden ver anuncios de proyectos que ya se están realizando.

Gastos agrícolas

P. ¿Habría que recortar entonces los gastos agrícolas?

R. Los gastos en agricultura ayudan también a reducir diferencias en muchos aspectos. La Política Agrícola Común (PAC) es una política fundamental en la CE que hay que respetar. En los dos últimos años, los ingresos medios de los agricultores se han reducido en un 25%. A veces es imposible pedir tantos esfuerzos a ciertos sectores productivos que, en el caso de la agricultura, son, precisamente, los más pobres de la CE. Quitarle algo a Pedro para dárselo a Pablo no es precisamente la mejor solución. Pero si Pedro gana demasiado y de manera ilícita hay que tener una vigilancia y tomar medidas.

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