_
_
_
_
_

Mejoran los guardias civiles hospitalizados tras el atentado de Éibar

Los cuatro guardias que continúan hospitalizados tras el atentado perpetrado el viernes pasado por ETA Militar contra el cuartel de la Guardia Civil de localidad guipuzcoana de Éibar, mejoran de sus heridas en sendos centros sanitarios de San Sebastián y Mondragón.

Los guardias civiles Segundo Pedraza, de 50 años, y Santo Rodríguez, de 29, fueron trasladados desde la residencia de San Sebastián hasta la clínica Virgen del Pilar, y continúa la evolución favorable de las heridas producidas por la metralla. Domingo Álvarez, de 24 años, y Antonio González, de 22, también han experimentado una mejoría en su estado, aunque continúan ingresados en el hospital comarcal de Mondragón.

Estos cuatro agentes resultaron alcanzados el jueves por la explosión de un coche-bomba que contenía cincuenta kilos de Goma 2, aparcado junto a la casa-cuartel de Éibar, que quedó fuera de servicio. Otros cuatro guardias civiles y trece paisano sufrieron lesiones en este mismo atentado, del que se responsabilizó ETA Militar.

Más información
Un disparo atravesó la cabeza de Lucía Urigoitia, según la Guardia Civil
El PSOE llamará a los partidos democráticos a un "pacto de Estado" contra el terrorismo

Por otra parte, los guardias civiles Antonio Grande y Andrés Castillejos, heridos el pasado día 14 en el atentado perpetrado por ETA en la localidad guipuzcoana de Oñate, han abandonado el hospital Santiago Apóstol, de Vitoria, donde se recuperaban de sus heridas.

Regreso a casa

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El pasado jueves, Andrés Castillejos abandonaba su cama en centro sanitario alavés para regresar a su casa. Días antes, Antonio Grande se trasladó a su ciudad natal, León, para continuar con los cuidados médicos prescritos por el facultativo, informaron a Efe fuentes del Departamento de Control del hospital Santiago Apóstol.Hacia las 10.45 del día 14 de este mes, un artefacto explosivo era accionado al paso de una patrulla de la cuarta compañía de los GAR (Grupos Antiterroristas Rurales) por el barrio de Olakua, situado en la localidad guipuzcoana de Oñate.

El cabo primero Antonio López y el guardia segundo Pedro Galmares fallecieron tras la explosión, mientras que sus compañeros Antonio Grande y Andrés Castillejos resultaban gravemente heridos.

Castillejos tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, presentando en el momento de su ingreso "traumatismo craneoencefálico, fractura clavícula derecha fracturas costales, herida en región parioccipital y traumatismo en zona tempomandibular derecha". Antonio Grande, que sufrió heridas y erosiones múltiples, no precisó de intervención quirúrgica.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_