Becas injustas
Recientemente se informa en diferentes medios de comunicación del aumento de la política de becas del Ministerio de Educación y Ciencia para el curso 1987-1988. Respecto a la aplicación de éstas, es necesario hacer una serie de puntualizaciones.Como se sabe, para entrar en la Universidad es necesario superar la famosa prueba de selectividad. Con la calificación obtenida en ella y la nota media de BUP y COU se obtiene una nota media final. Esta última es de la cual dispone el alumno a la hora de entrar a estudiar cualquier carrera, y debe ser superior a cinco.
Si un alumno obtiene en selectividad más de cinco, entrará en la Universidad; en cambio, si la calificación está por debajo de cuatro no entrará. La cuestión se plantea cuándo un alumno obtiene en lelectividad una calificación entre cuatro y cinco y la nota media final es superior a cinco.
En este caso, sí puede seguir estudiando, pero, si tiene una beca, pierde el derecho a ella, al no obtener en selectividad más de cinco. Vamos a analizar las situaciones producidas por el caso anterior.
Los estudiantes de la clase alta y media alta pueden seguir sus estudios con sólo obtener en selectividad una calificación superior a cuatro, pues la nota media final será mayor de cinco, debido a las buenas notas de BUP y COU obtenidas en centros privados. Mientras tanto, los estudiantes de la clase media urbana entrarán en la Universidad si la nota final es superior a cinco. No obstante, si tienen una beca, la perderán, aunque no impedirá que sigan sus estudios.
Ahora, analicemos el caso de un estudiante perteneciente a la clase baja que vive en zona rural. Teóricamente, éste puede continuar sus estudios, pero no prácticamente, al no poder pagárselos al perder la beca. Aquí vemos cómo el Ministerio de Educación y Ciencia, que dice ayudar a los más pobres, está favoreciendo la selectividad social, o sea, los más pobres se ven obligados a obtener una calificación superior a cinco en selectividad, mientras a otros les basta con algo más de cuatro.- Antonio M. Santiago Martín.
