Detenido en Roma con seis kilos de droga el arzobispo greco-ortodoxo de Beirut

El arzobispo greco-ortodoxo de Beirut, Butros Jraijiri Abdo, de 69 años, fue detenido el miércoles por la noche en Roma, con un alijo de tres kilos de heroína y tres de cocaína, a la salida de su hotel y acusado de formar parte de una red internacional de nardotraficantes con ramificaciones en Italia, España, Francia y Líbano. Abdo ingresó en la prisión romana de Regina Coeli.Con el importante eclesiástico han sido detenidas y encarceladas otras ocho personas, entre ellas la española Ana María del Carmen Ferreira Aranda, de 34 años. Otras tres personas se encuentran bajo detención preventiva.

Se trata, al parecer, de una banda internacional de traficantes que tenía su cuartel general en el hotel Hilton de Roma, donde fabricaban artesanalmente la mezcla fortísima, a veces mortal, de heroína y otros estupefacientes.

El arzobispo Abdo fue detenido mientras salía del hotel Mediterráneo, en Roma, e inmediatamente conducido a la cárcel de Regina Coeli. Estaba vestido con su sotana negra, su cruz pectoral de oro y el clásico gorro cilíndrico de los ortodoxos. La policía acababa de encontrar en su habitación, dentro de la maleta, escondidos entre los ornamentos sagrados para la misa, tres kilos de cocaína purísima y otros tres de heroína distribuidos en pequeñas bolsas.

Las fuerzas del orden requisaron también cierto número de píldoras de crack, la nueva droga mortífera llegada de Estados Unidos que se prepara con éter y soda, que cuesta menos que otros narcóticos.

Las pesquisas comenzaron con el secuestro por parte de la policía italiana de un kilo de heroína procedente de Tallandía en el aeropuerto romano de Fiumicino. Precisamente, la droga estaba destinada al arzobispo de Beirut, quien había ido al aeropuerto a recogerla con un miembro de la banda. Siguiendo la pista, la policía descubrió que se tirataba de una red internacional que operaba en Atenas, Beirut, Marsella y Barcelona y con base central en varios hoteles lujosos de Roma.

Se sospecha que parte de los ingresos de la venta de la droga servía también para la compra de armas destinadas a la guerra de Líbano. De este modo se explicaría la presencia y la complicidad en el escándalo del prelado.

Junto con el arzobispo Abdo ha sido encarcelada una pareja de estrechos colaboradores -Yusef y María Kalas-, que hacían de carteros; otros dos libaneses; un francés; la española Ferreira Aranda, cuya función se desconoce; un italo-francés, y la italiana Alessandra Franceschini, de 24 años, hija de un comerciante de Bolonia.

Asimismo, la policía ha detenido de forma provisional a los italianos Elena Tullio, el actor Danilo Mezzetti y su prima Tanía.

La policía cree que la organización vendía sólo al por mayor y con traficantes de alto nivel y que había llegado a fabricar por lo menos 50 kilos de droga.