Parte de la catedral de Sigüenza, cerrada por peligro de desprendimiento

La girola de la catedral de Sigüenza ha sido cerrada al público ante el peligro de desprendimientos y el alarmante proceso de erosión de la piedra, que afecta también a otras zonas de la catedral. Las áreas más preocupantes, "de peligro inminente", son la girola, la sacristía y la capilla del Doncel, según se puede leer en un informe técnico del jefe de servicio del Patrimonio Artístico de Castilla-La Mancha Antonio Miranda Sánchez.

Todavía no se ha podido establecer con certeza cuál es la causa de los desprendimientos de la girola. Si bien la primera impresión es que se ha iniciado un típico proceso de disgregación de la piedra, las alarmantes grietas de los desproporcionados tabiques del camaranchón y su coincidencia con la zona afectada, junto con las filtraciones de agua en el suelo, hacen que haya que considerar también la hipótesis de un posible cedimiento del terreno, se puede seguir leyendo en el citado informe.Para Juan José Asenjo, canónigo encargado del patrimonio, las dudas son menores en cuanto a esta última posibilidad: "Como consecuencia de las filtraciones del agua, el muro del ábside ha cedido unos milímetros, lo suficiente para que se hayan producido las grietas".

A simple vista, este proceso de disgregación de la piedra es patente. Ya se han perdido totalmente dos bajorrelieves de la girola y un tercero está afectado. En el piso se pueden observar perfectamente los desprendimientos, y los días de fuerte lluvia el agua cae "sobre el suelo a chorros", según comenta el canónigo de la catedral Felipe Gil Peces.

La humedad

La humedad está desmoronando uno de los muros de la capilla donde se encuentra la famosa estatua del Doncel de Sigüenza. El proceso de disgregación de la piedra ha llegado también a la sacristía de las Cabezas, diseñada por Covarrubias, borrando literalmente varias de estas cabezas incrustadas en el techo.En la zona del claustro de la catedral, el desmoronamiento de arcos y columnas es también notorio. Las obras de consolidación y reformas, según se indica en el estudio de bases, superarían los 70 millones de pesetas.

La Consejería de Educación y Cultura de Castilla-La Mancha ha presentado el informe en el Ministerio de Cultura, aunque todavía no se ha producido una respuesta, según el cabildo. "Como no pongamos remedio, vamos a tener un disgusto", nos termina diciendo el canónigo encargado del patrimonio.

La Junta de Comunidades no podría sufragar una obra de este tipo ya que las catedrales están al margen de la Comisión para la Restauración del Patrimonio formada por la Iglesia y la comunidad autónoma, que determina las obras a realizar en cada ejercicio.