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Condenado a dos años de prisión el alemán que estafó al casino de Perelada

El ciudadano alemán Bernd Gerhard Weber ha sido condenado a dos años y cuatro meses de prisión menor por la Audiencia Provincial de Gerona por un delito de estafa consumada al Casino de Perelada. Weber ganó en una sola noche más de 22 millones de pesetas jugando a la ruleta de la sala privada número 7 del Casino. En la estafa participaron presuntamente otras dos personas, Erick Rattweiller y Anton Louis Winkelhofer, procesados y sobre los que pesa una orden judicial de busca y captura.Según la sentencia, Weber ganó los 22 millones de pesetas con la manipulación de la ruleta francesa por el sistema Granec, consistente en aflojar los tornillos de las maderas que separan los compartimentos de los números. Tal procedimiento hace aumentar en un 10% las posibilidades de acierto. Según las pruebas periciales presentadas en el juicio, las posibilidades sin manipulación son del orden de un 2,70%. El trucaje fue realizado en la banda de números que va del 13 al 18.

El ciudadano alemán se reunió con los otros dos implicados el 28 de mayo de 1980 en el Hotel Residencia Altana de Madrid. Los tres se trasladaron posteriormente a la Costa Brava y el día 5 de junio se encontraron en el casino de Perelada. Weber solicitó jugar en la ruleta francesa de la sala privada número 7, pero aquella noche se encontraba ocupada, por lo que decidió no jugar y abandonó el casino en compañía de sus dos amigos.

Al día siguiente, 6 de junio de 1980, Weber volvió con sus dos compañeros. En la sala número 7 del casino cambió en fichas 1.200.000 pesetas y comenzó a apostar a los números del 14 al 20. Tras perder dinero en las primeras jugadas, Weber cambió la franja de números y jugó del 13 al 18. Sus compañeros anotaban cada una de las jugadas. En poco más de cinco horas Weber ganó 22.750.000 pesetas.

La sentencia recoge, como hechos probados, que fue la repetitiva suerte del alemán lo que llamó la atención a la dirección del casino, que alertó a la brigada del juego. El seguimiento de Weber mientras jugaba y la intervención de la Interpol permitieron identificar aquella misma noche a uno de los compañeros del alemán como un conocido trucador de ruletas a nivel europeo.

El fallo también obliga a Weber a devolver el dinero ganado, del que en realidad nunca pudo disponer porque fue confiscado por el juzgado. El casino recuperará las fichas con las que se pagó al alemán y la ruleta con la que se cometió la estafa.

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