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Peor imposible

Sabido es por el aficionado barcelonés que de un tiempo a esta parte la plaza Monumental es el matadero del campo charro. Ayer el escándalo fue mayúsculo basado en el total desprecio que esta empresa tiene hacia la afición, -que no turistas extranjeros-de Barcelona.No es que los toros de Alipio Pérez Tabernero salieran blandos e inválidos: lo que estaba de por sí eran moribundos y de esta guisa ya salían de toriles.

El choto sexto de ayer ante el que Fernando Cepeda mostró su corte de torero bueno, aunque en pequeñas dosis, se contrapuso al quinto morucho, dechado de mansedumbre, ante el que José Antonio Tomás Campuzano derrochó profesionalidad y vergüenza torera, capaz de cortar la merecida oreja de la tarde por poner él la casta que al toro le faltaba.

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P. Tabernero / J. M. Manzanares, J. A. Campuzano, F. CepedaTres toros de Alipio Pérez Tabernero y tres de Maria Lourdes Martín. Todos inválidos, feos de presencia, descastados y mansos. José María Manzanares. Pitos y pitos. José Antonio Campuzano. Pitos y una oreja. Fernando Cepeda. Se le muere el toro sin que entre a matar. Vuelta. Plaza Monumental de Barcelona, 12 de julio.

José Mari Manzanares tomado a chufla ante sus inválidos, vino no se sabe a qué a Barcelona. Y el público que lo notó, salió con el sentimiento de haber sido timado.

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