Los editores destacan en Santander la necesidad de innovar el sector del libro

El cuarto seminario sobre la edición que se inició ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander tiene como interés principal este año la innovación en el sector editorial. Una comparación con el desarrollo editorial que se lleva a cabo en otros países parece obligatoria en esta cita no sólo para analizar las tendencias internacionales, sino también para evaluar correctamente las corrientes internas.

Durante la primera sesión, el director del seminario, Julián Viñuales, consejero delegado de Ediciones Orbis, señaló que la innovación es tarea constante para el editor. "La única manera de salir adelante en la crisis económica del sector es la de la innovación. Siempre hay que decidirse a crear nuevas colecciones, nuevos diseños, abrir nuevos mercados", dijo el consejero delegado de Ediciones Orbis.En este sentido, la mayor parte de la primera jornada de este seminario, que durará hasta el próximo día 4 de julio, estuvo dedicada a temas algo marginales dentro de la industria editorial, como pueden ser la publicación de obras científicas, las editoriales literarias o el diseño gráfico de los libros.

Jorge Wagensberg, profesor de Termodinámica en la universidad de Barcelona, mostró su preocupación por la falta de autores de libros científicos en España. "Los científicos españoles no escriben libros. Eso se debe en parte a una falsa interpretación de lo que se llama rigor científico. Los científicos en España no están dispuestos a publicar obras de divulgación por un prejuicio contra esta supuesta trivialización de su trabajo. Por otro lado, la publicación científica ortodoxa tiene un público muy restringido y generalmente se canaliza a través de revistas extranjeras", dijo.

Por su parte, Beatriz de Moura, de Tusquets Editores, habló de su experiencia en el campo de la publicación de obras literarias. Según ella, lo que distingue a una editorial literaria de las otras es la actitud intelectual de los que la dirigen.

El empresario

Aunque señaló que no deben olvidar ese doble que con cada uno de ellos debe convivir: el del empresario. Por ello deben mantener una coherencia con la línea editorial que han trazado y una estrecha relación con los autores. El riesgo constante que asumen estos editores dedicados a publicar autores inéditos, a traducir obras de extranjeros poco conocidos y a difundir libros no divulgados de escritores célebres, se compagina con la labor de hacer que sean reconocidos sus valores y procurar que vendan bien sus libros."Se trata, pues, de hacer exactamente aquello que ninguna de las editoriales, grandes o pequeñas, ya contaminadas por la cantidad descontrolada está en condiciones de hacer: convertir la agilidad en la elaboración y realización de las ideas, el riesgo y el desafío, en fuente de éxitos comerciales", dijo ayer Beatriz de Moura.

Dentro del actual panorama editorial, uno de los aspectos más relevantes es el de la innovación en el diseño de los libros. No obstante, para Enric Satué existe todavía un divorcio entre los diseñadores gráficos y los editores en España.

Para demostrarlo, Satué, diseñador gráfico, trazó una breve historia del diseño editorial de este siglo en España, destacando como ejemplo la experiencia de Daniel Gil con Alianza Editorial, que sentaron las bases de lo que es la seña o imagen de identidad de una editorial de nuestro tiempo.

"La colaboración del diseñador gráfico con una editorial debe llegar a convertirse en una norma y no en una excepción", dijo Enric Sauté.

Posteriormente, el diseñador y pintor Erwin Bechtold, que quiso resaltar la estrecha unión que puede establecerse entre el mundo del libro y el diseño gráfico, señaló ayer en Santander: "El libro debería ser una unidad inseparable, un encuentro fenomenal de las artes entre literatura y artes plásticas".