Agua oxigenada, mercurocromo y aspirinas
La preparación de un equipo sanitario doméstico de verano exige un equilibrio. Tan inadecuado puede ser cerrar la maleta olvidando los productos de uso cotidiano, que sirven para curar desde heridas leves a picaduras de insectos, como justo lo contrario: llevarse un botiquín excesivamente repleto de medicamentos.Uno de los más prácticos y eficaces antisépticos es el agua oxigenada. Esta sirve también como un buen hemostático en las hemorragias nasales. El agua oxigenada, además, puede servir de apoyo en heridas y traumatismos junto al algodón, las gasas estériles y las vendas.
Para completar este equipo básico se puede llevar también, o comprar en el lugar de destino, mercurocromo, uno de los desinfectantes más utilizados y útil para curar las heridas superficiales.
Los sueros orales, ya comercializados, constituyen la mejor arma terapéutica contra las diarreas y gastroenteritis triviales de niños y adultos. Su composición, avalada por la Organización Mundial de la Salud (con los iones sodio, potasio, bicarbonato y la glucosa en concentraciones adecuadas), sirve como astringente y rehidratante.
La vaselina es útil en el tratamiento precoz de las quemaduras leves. El mejor tratamiento es, sin embargo, el preventivo, por medio del uso de bronceadores que tengan un índice de protección adecuado, pero, sobre todo, hay que controlar el tiempo de exposición al sol.
Una aplicación tópica de un agente antihistamínico, que tiene múltiples preparaciones comerciales, ayuda a mitigar la inflamación y la picazón de las picaduras de los insectos.
Las preparaciones tópicas antifúngicas son también muy eficaces en el tratamiento de las típicas micosis superficiales triviales de piscinas y playas. Para conseguir que sean eficaces hay que tener en cuenta que tanto su dosificación como el tiempo de aplicación sea el adecuado.
La sencilla aspirina sigue constituyendo el mejor antitérmico y analgésico para procesos febriles y dolorosos triviales, por lo que siempre es conveniente llevar algún envase, especialmente sí se viaja con niños. Además, los pacientes que, por sufrir padecimientos crónicos, necesitan tomar continuamente fármacos es conveniente que lleven el, acopio necesario de los mismos, al menos para tres o cuatro semanas. Evitan así el riego de tener que suspender temporalmente el tratamiento.
No conviene, en cambio, llevar antibióticos para no tratar a ciegas y con la creencia errónea de que los mismos abortan cualquier proceso infeccioso. La consulta precoz al médico resolverá la mayoría de los problemas y evitará los riesgos que implica la excesiva automedicación y la mala orientación del tratamiento de un proceso morboso, aunque parezca en un primer momento trivial.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.