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EL CONFLICTO DE GIBRALTAR

España es uno de los países más beneficiados en la liberalización del transporte aéreo

I. C. ENVIADO ESPECIAL, España es, probablemente, junto con Grecia, el país que se beneficia con más derogaciones en el acuerdo alcanzado sobre la liberalización del transporte aéreo en Europa, pero, sin embargo, lo bloquea por motivos políticos. En la madrugada de ayer, el presidente en ejercicio del Consejo de Ministros de Transportes, el ministro belga Hermann de Croo, anunció a la Prensa la conclusión de un acuerdo que calificó de "muy importante". "Soy un hombre feliz", declaró entonces, a pesar de que Holanda había formulado algunas objeciones, que levantaría más tarde, y de la reserva general de España.

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Las principales derogaciones logradas por el titular español de Transportes, Abel Caballero, conciernen al acceso al mercado de las compañías aéreas y más concretamente, los vuelos regionales, la llamada quinta libertad y la combinación de puntos. Grecia y, en menor medida Italia y Dinamarca consiguieron también librarse de cumplir, por ahora, con algunos aspectos del pacto.El descuento sobre las actuales tarifas de referencia, que oscilará entre un 10% y un 55% en función de los requisitos más o menos estrictos a los que se someta el pasajero, será aplicado en todos los Estados miembros, pero, en opinión de los expertos, no debería afectar mucho a los vuelos con España, cuya compañía de bandera Iberia ofrece ya precios atractivos desde Europa para atraer al turismo.

La ruptura del actual reparto de capacidades o de asientos disponibles a bordo por las líneas aéreas que operan una misma ruta intereuropea premiará a las compañías más dináinicas, que podrán ofrecer hasta un 55% -60% a partir de 1989- del total de las plazas. Iberia, que se ha visto obligada a autolimitarse en sus vuelos con Francia e Italia, debería poder sacar provecho de esta medida. Si las compañías aprovechan esta brecha entre los tres principales países de la CE -Reino Unido, Francia y RFA- podrían explotarse en octubre 170 vuelos más semanales y 340 dentro de tres años.

La múltiple designación o la facultad de un Estado miembro de autorizar a varias de sus compañías aéreas a efectuar un mismo trayecto en competencia no sólo entre ellas, sino con la línea aérea de otro país de la Comunidad, ha sido aprobada con limitaciones suficientes como para que no suponga el gran peligro que Iberia temía.

La medida sólo se podrá aplicar este año para las rutas con más de 250.000 pasajeros anuales -cifra que se reducirá paulatinamente a 180.000-, y de entrada sólo se podrá poner en práctica en los vuelos de Madrid con Londres, París y Roma y de Barcelona con Londres.

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Cualquier transportista podrá, por otra parte, emprender con absoluta libertad vuelos regulares entre aeropuertos de primera categoría y regionales siempre y cuando los opere con aparatos cuya capacidad no exceda los 70 pasajeros. Cien aerádromos regionales y 23 de primera quedarán, abiertos a este tipo de tráfico.

A petición de Caballero, seis aeródromos españoles -Barcelona, Málaga, Valencia, Sevilla, Alicante y Bilbao, que representan el 20% del tráfico regular- han quedado excluidos de esta disposición durante tres años, pero otros 27 se verán afectados.

España es el único país que consigue librarse durante un plazo de tres años de la llamada combinación de puntos y, sobre todo, de la quinta libertad, que en el resto de la Comunidad Europea será, sin embargo, aplicada de forma muy restrictiva.

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