Almunia defiende una reducción de la "tecnocracia" y una primacia del sentido político en la forma de gobernar

El ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, criticó honda y largamente el excesivo predominio de la "tecnocracia" y de los "tecnócratas" en la política gubernamental y reclamó un mayor protagonismo de los "políticos", durante la reunión celebrada por el Comité Federal del PSOE el pasado lunes. Otros asistentes a este encuentro, que por primera vez desde hace muchos meses registró un debate político propiamente dicho, opinaron que "la sociedad española no percibe cómo se va a salir de la crisis" y que difícilmente puede estimular la concertación social el que se transmita la impresión de que ha terminado el período de mayores dificultades económicas.

En el largo debate sobre las causas del retroceso electoral del PSOE en los comicios del pasado día 10, el ministro para las Administraciones Públicas, Joaquín Almunia, advirtió que no pueden perdurar los "talantes tecnocráticos" en la política socialista y que el sentido político debe recuperar la primacía en la forma de gobernar.Con posterioridad a la reunión del comité federal, otro alto cargo gubernamental comentó que tanto Almunia como Teófilo Serrano, Secretario de Estado para la Administración Pública, defienden que, "por paradójico que parezca, la forma de combatir la tecnocracia es conseguir una verdadera profesionalización de la Administración". Destacados dirigentes socialistas han criticado en reuniones internas en los últimos días "el que haya Secretarios de Estado tecnócratas y jefes de negociado políticos".

Joaquín Leguina, secretario general de la Federación Socialista Madrileña y presidente en funciones de la Comunidad de Madrid, comentó tras la reunión que "en ciertas áreas del Gobierno se mueven entre la afirmación de Hegel de que todo lo real es racional y la complacencia del doctor Pangloss, del Candido, de Voltaire, de que vivimos en el mejor de los mundos posibles. A los economistas, que se han convertido en los ideólogos, en los nuevos gurús, hay que decirles que en política la línea recta no es siempre el camino más corto entre dos puntos, porque la sociedad no permite que actuemos de forma arbitrista".

Lenguaje burocrático

Algunos asistentes a la reunión del máximo órgano del PSOE entre Congresos juzgaron en sus intervenciones que los propios socialistas han incurrido en el uso de "un lenguaje burocratizado". Varios intervinientes en la reunión criticaron incluso el eslógan electoral utilizado ante los comicios del pasado día 10 -"Por las cosas bien hechas"- por considerar que ha trasmitido la sensación de que los socialistas están ya satisfechos con lo que han hecho y reclamaron la definición de unos objetivos políticos claros para los próximos años.Felipe González reiteró su deseo de lograr una concertación social estable entre empresarios y sindicatos, pero su intervención reveló cierto excepticismo personal respecto a que las centrales sindicales quieran asumir públicamente la corresponsabilidad que supone suscribir un acuerdo de esas características.

Medios próximos a la UGT han expresado su opinión de que el comité federal no abordó las verdaderas causas del declive electoral y de la reciente conflictividad social. Antón Saracibar, secretario confederal de organización de la central sindical socialista asistió pero no intervino en el debate.

González, que aseguró asumir tanto las críticas políticas como las personales -esto último en presumible referencia a una reprobación amistosa de Luis Yáñez, Secretario de Estado de Cooperación Internacional, por no recorrer España fuera de campaña electoral- replicó a una dura intervención de Pablo Castellano sobre actitudes sectaristas en el seno del PSOE. Si tal comportarniento existiese, le dijo, él no sería vocal del Consejo General del Poder Judicial.

La reunión del comité federal se desarrolló por los mismos cauces que la celebrada tina semana antes por la ejecutiva federal del PSOE con los secretarios regionales, según asistentes a ambos encuentros.

En el primero de ellos, el presidente del Gobierno aceptó estudiar el que en la declaración de la renta de 1987 funcione una tarifa móvil, al ritmo de la inflación, de modo que no resulten "injustamente castigadas" capas sociales modestas. Según un participante en esta reunión, "está también en el ánimo del Gobierno" el rectificar el mecanismo que determina que en álgunas familias, el salario de la esposa acabe parando en Hacienda.

En el análisis del retroceso electora hecho por los máximos dirigentes del PSOE, Alfonso Guerra interpretó la abstención de muchos antiguos votantes del partido socialista como utria "fidelidad pasiva" que puede ser recuperada como votantes activos tras ejercer un voto de castigo "intuitivo".

Gabriel Urralburu, secretarío de los socialistas navarros, opinó que con un Gobierno socialista de la nación resultaría dificil de llevar a cabo y de ser percibida por la opinión pública una tarea de oposición en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.