Los ingresos fiscales crecieron un 22,6% en 1986, aunque se confirma un déficit público del 5,7% del PIB

El déficit del conjunto de las Administraciones públicas ascendió el año pasa do al 5,7% del producto interior bruto (PIB), cifra equivalente a 1,83 billones de pesetas, y que excede en casi 400.000 millones al objetivo gubernamental (4,5% del PIB). Al conocer los datos oficiales, que revelan un incremento del 22,6% en la recaudación por impuestos (hasta 6,3 billones de pesetas), la oposición coincidió ayer en la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados en criticar que el aumento de la presión fiscal no haya servido para cumplir los objetivos de déficit ni para impedir un nuevo retroceso real de la inversión pública.

Las cifras oficiales, varias semanas retenidas por el Ministerio de Economía y Hacienda, coinciden con las anticipadas por este periódico, aunque en su exposición ante los parlamentarios el secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, discrepó de las interpretaciones en el sentido de que reflejen problemas de déficit, de contención de gastos ni de aumento de la presión fiscal.El 5,7%, de déficit público en términos de contabilidad nacional (derechos reconocidos y obligaciones contraídas) supera en 1,2 puntos el objetivo formulado por el Gobierno para 1986 (4,5%). Su desglose por Administraciones, tal y como se anticipó, ha sido el siguiente: déficit del 5,1 % del PIB, en el Estado, frente al 4,5% anuncia do hace varios meses en términos de caja (ingresos y pagos, siempre susceptibles de anticipos o demoras en su contabilidad); superávit del 0,1% en los organismos autónomos; déficit del 0,2% en la Seguridad Social; déficit del 0,3% en las comunidades autónomas, y déficit del 0,2% del PIB en las corporaciones locales. En conjunto, los ingresos públicos crecieron un 19,14% (desde 9,77 a 11,64 billones de pesetas) y los gastos el 15,6%, (desde 11,6 a 13,4 billones de pesetas).

Los datos expuestos por Borrell, que se basan en el adjunto cuadro de ingresos, entrañan también una revisión al alza del déficit de 1985, para el que se su día se anunciaron sucesivamente cifras del 6,1 % y 6,2% del PIB y ahora se da un 6,7% del PIB, todavía con cifras provisionales. En ese año se rebasó la media del conjunto de la Comunidad Europea (CE), hecho repetido en 1986, pese a que en diversos países europeos el descenso del déficit se ha logrado con paralelas disminuciones de la presión fiscal.

Presión fiscal

Sin advertir de dicha revisión al alza, y después de numerosas precisiones sobre los términos de comparación más homogéneos y acertados, el secretario de Estado insistió en que la presión fiscal del conjunto de las Administraciones públicas -de la individual de las personas dijo que ha disminuido gracias a la lucha contra el fraude- creció el pasado año en 1,27 puntos, no en los 1,96 puntos señalados por las cuentas del Estado. Añadió que 0,98 puntos han sido aplicados a reducir el déficit público y 0,49 para pagar intereses de la deuda pública y las dos décimas de exceso las atribuyó al excedente que "se ha obtenido mediante una reducción de los gastos corrientes sin cargas financieras".

Diversos grupos de oposición (AP, PL, PDP y CDS) coincidieron en criticar la demora con que se les ha entregado estos datos, así como el hecho de que la inversión pública del Estado y del presupuesto de acciones conjuntas con la CE sólo creciera un 1,4% en términos nominales, lo cual implica un descenso real si se descuenta la infiación. Por el Grupo Mixto, el diputado Lasuén se limitó a matizar "la sensación de autosatisfacción" que dijo observar en José Borrell, quien en sus respuestas se mostró "descorazonado" por la insistencia de Rodrigo Rato (AP) en el incumplimiento (de objetivos y en las carencias de la información detectadas por su grupo.