La sombra del 37
"Partimos de una celebración, la conmemoración del Congreso de Escritores Antifascistas de 1937, pero no es una repetición, entre otras cosas porque yo no he podido organizar una guerra civil para justificar el antifascismo que nos exigen", dice malévolamente el escritor y cineasta Ricardo Muñoz Suay, coordinador general del Congreso Internacional de Intelectuales y Artistas que se inicia hoy en Valencia y que se clausurará el sábado. Muñoz Suay, que vivió el congreso de 1937 pero sin participar en él, se refiere, sin citarlo expresamente, a Rafael Alberti, que á última hora decidió no asistir, cuando estaba prevista su intervención.Comenta también con cierta amargura la falta de respuesta que ha obtenido a la invitación cursada a Gabriel García Márquez. "En noviembre del 85", señala, "cuando empecé a pensar en los primeros pasos del congreso, le mandé una carta personal y otra del conseller [el congreso está organizado por la Consejería de Cultura de la Generalitat valenciana] invitándolo, especialmente porque había dicho en La Habana que los congresos de intelectuales carecían de importancia o de operatividad, excepto el que se hizo en Valencia en 1937. Hace unos meses le mandé otra carta a La Habana y no me ha contestado a ninguna de las dos". Diferente es el caso de Mario Benedetti, Ernesto Cardenal o Eduardo Galeano, que han comunicado que les es imposible acudir.
"Hemos intentado", dice Muñoz Suay, "que esté representada la mayor parte de las tendencias de los intelectuales. Las únicas delegaciones oficiales [no por invitaciones personales] que vienen son la cubana y la soviética".
