Subhumanos
Si aún no existe la posibilidad técnica de producir un ser mitad mono/mitad hombre, ya existirá viene a decir el señor Haro en Hominicacos (EL PAÍS, 26 de mayo). Por supuesto. Sólo falta añadir que aún no existe el necesario nivel de aprobación social Sin ingeniería social, hoy todavía tan denostada, no es posible la material, tan exaltada ahora y siempre.La defenestración académica del antropólogo italiano es un buen indicador de que aún la tecnología social no ha conseguido preparar el terreno a la tecnología genética. No hay que preocuparse: llegado el momento lo conseguirá. Cuenta para ello con dos referentes: la naturaleza y el progreso, éste derivado de aquél, es decir, convenientemente "naturalizado" a partir del siglo XVIII.
Hoy parece que se está trabajando bien en ambos frentes, pero nos limitaremos al social. Sin ir más lejos, en el editorial de EL PAÍS del 23 de mayo, titulado El hombre y el mono, se dice: "Fuera del mito, los últimos tiempos han demostrado que la acción humana sobre formas preestablecidas de vida, vegetal y animal, se realiza con grandes
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éxitos elogiables en la producción de alimentación humana y muy últimamente la misma especie humana se está beneficiando de avanzadas intervenciones biológicas...". Traduzcamos: si la conservación de la especie humana es una aspiración perfectamente natural y los avances de la genética colaboran a conseguirla, hacer uso de ellos es igualmente natural. Pero sigamos con el texto citado, que parece aportar el hallazgo de una perla ciertamente valiosa a pesar de haber sido cultivada con evidente prisa: "El hombre de hoy no tiene ninguna razón para considerar que lo que se ha llamado hasta hoy naturaleza, o la simple cuestión evolutiva hecha ciegamente, haya dado resultados excelentes y que haya que preservarla a toda costa". Hoy el referente del progreso es ya autónomo y tiene tanta fuerza (léase aprobación social) que no sólo se puede prescindir de lo natural sino que es posible cuestionarlo abiertamente, con el indudable apoyo de la ortodoxia científica.
Cuando la mentalidad esté bien preparada, y no parece faltar mucho, el laboratorio de cualquier multinacional anunciará la gran noticia: "Acabamos de encontrar, para bien del género humano, el eslabón perdido". Y todos lo celebraremos alborozados.-
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