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El retorno de exiliadas a Chile sólo duró horas

Las puertas del regreso para 104 exiliadas permanecieron entreabiertas casi 22 horas el pasado miércoles, un lapso que sólo aprovechó la cantante Isabel Parra, hija de la compositora Violeta Parra. Otras tres mujeres -la periodista y dirigente del MIR Gladys Díaz y las profesionales Maritza Matamala y Lili Rivas- llegaron dos horas después de que el Tribunal Supremo revocara un fallo del tribunal que ponía fin al exilio de 104 mujeres, incluida Hortensia Bussi, viuda del ex presidente Salvador Allende.

Las tres mujeres no tuvieron la suerte de Isabel Parra. Fueron detenidas a su llegada al aeropuerto de Santiago y, tras 15 horas de permanecer en una oficina de la policía, se las expulsó de Chile con destino a Buenos Aires. Cuando Díaz, Matamala y Rivas partieron desde Buenos Aires, todavía podían entrar al país. Pero cuando llegaron ya estaba en vigor el dictamen del Tribunal Supremo, solicitado con urgencia por el Gobierno del general Augusto Pinochet. Una veintena de familiares y amigos que las esperaban en el aeropuerto vieron, impotentes, cómo la policía detuvo a las tres mujeres. En Buenos Aires, fueron retenidas en el aeropuerto ya que no llevaban la documentación, incautada por la policía chilena.En casa de unos amigos, sollozando a ratos, la cantante Isabel Parra recibió a EL PAÍS. Ella tomó el primer avión desde Buenos Aires cuando supo que la puerta del retorno a Chile iba a estar entreabierta. "Me siento super bien, porque he vuelto a lo mío, pero eso no significa en absoluto que el problema del exilio esté terminado."

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