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EEUU promocina una 'nueva contra'

Antonio Caño

Estados Unidos no renuncia a la contra como consecuencia del escándalo del Irangate y el desvío de fondos para los rebeldes nicaragüenses, pero prepara un cambio en profundidad de las características de ese movimiento, y le ha marcado el final de la actual Administración como plazo para que demuestre su operatividad.

La contra sigue siendo, de acuerdo a las manifestaciones de un alto cargo del Departamento de Estado norteamericano, un instrumento esencial de la política de Estados Unidos en Centroamérica. Al mismo tiempo, Washington considera que la táctica utilizada hasta ahora por los antisandinistas, poniendo más el acento en lo militar que en lo político, ha fracasado. , . El Departamento de Estado y la CIA -los organismos más involucrados en Centroamérica- intentan ahora superar las diferencias que les separan sobre la política para Nicaragua y coordinar sus esfuerzos para la elaboración de una nueva contra, más política, con mejor imagen y que intente actuar en el interior de Nicaragua.Se trata de la última oportunidad para los rebeldes nicaragüenses, financiados desde 1981 por Estados Unidos. Luigi Einaudi, jefe del Departamento de Planificación y Coordinación de la Política para Centroamérica, afirma que "si ellos son capaces de hacer algo, se verá y tendrá su repercusión política, pero si ellos no son capaces de hacer nada, también eso se verá, y eso también tendrá su repercusión política".

La decisión, en ese sentido, no se tomará durante el debate este verano del nuevo presupuesto de ayuda económica para los antisandinistas -Einaudi espera obtener del Congreso otros 100 millones de dólares-, pero sí al final de la actual Administración. ,

"Si la contra, en su cara nueva, con un apoyo constante de EE UU, no rinde resultados prácticos", opina Einaudi, "entonces no tengo ninguna duda de que será abandonada". "Si se empieza a obtener resultados, si hay presiones efectivas, si la combinación de la politización y la vía militar crean nuevas presiones en Nicaragua, entonces es probable que la ayuda continúe. Lo que es cierto es que este juicio será más fácil hacerlo en la campaña electoral de octubre de l988".

Luigi Einaudi, de 51 años, nieto del que fue primer presidente de la República italiana, ha visitado esta semana Madrid para explicar a funcionarios del Gobierno español el nuevo planteamiento de su país,respecto a la política en Nicaragua.Contrapeso militar

",Se trata de politizar la contra. La contra existe inicialmente como contrapeso militar al predominio militar de los sandinistas, pero no se puede parar ahí. La contra tiene que proyectar una fuerza, una imagen, una capacidad política en Nicaragua que pueda presionar a los sandinistas hasta el punto de inducir cambios en su modo de actuar, su modo de ser, su modo de organizar el Gobierno para permitir que el país se democratice".

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Para la nueva contra se ha creado también una nueva dirección. Después de un mes de crisis en el liderazgo de los antisandinistas, a principios de mayo se produjo la fusión de to.das las organizaciones que pretenden desde el exterior el derrocamiento del Gobierno de Managua en una sola estructura denominada Resistencia Nicaragüense. En esta nueva dirección, junto a personajes históricos y duros como Adolfo Calero y el coronel Enrique Bermúdez, convivIen dirigentes más moderados como Alfredo César -bien conectado a los socialistas europeos- y, más recientemente, Azucena Ferrei, líder socialcristiana que acaba de abandonar su militancia legal en Managua para pasarse a la contra.Permanece Alfonso Robelo, pero los norteamericanos dan por definitivamente perdido a Arturo Cruz, quien hasta hace dos meses había sido el favorito del Departamento de Estado, pero que nunca entró en los planes de la CIA por considerarlo excesivamente distanciado del aparato militar antisandinista. "Es cierto",- reconoce Einaudi, que no se sabe todavía cómo van a hacer estos nuevos líderes, si van a ser una simple fachada del tipo del FDR. en El Salvador- mientras que será la gente con armas quienes tengan todo el poder, o si sabrán llevar a cabo la lucha polífica interna en Nicaragua".Una de las críticas del alto funcionario norteamericano, protagonista de las conversaciones bilaterales Nicaragua-Estados Unidos en Manzanillo, es la de que la contra no ha sabido integrar al conjunto de la oposición nicaragüense. "Los sandinistas han seguido una política excluyente, de partido único con tendencia totalitaria y de relación estrecha con los intereses y actividades militares de la URSS. Nosotros hemos apoyado, como contrapeso, a aquellos nicaragúenses interesados en resistir a esa trayectoria. El problema es que estas fuerzas no han abarcado, en su organización y actuación hasta ahora, la totalidad de los grupos e intereses sociales que se sienten traicionados por la trayectoria sandinista. Y es necesario abarcar de forma amplia y aglutinadora a todos estos elementos. La política que se está siguiendo ahora es de apoyar a todos los elementos de la resistencia nicaragúense, desde los misquitos a los socialcristianos y socialdemócratas, liberales y conservadores".

Tampoco ha sabido la contra, en opinión de Einaudi, abarcar en su influencia a todo el territorio de Nicaragua. "La contra ha sido, en cierta

forma, el Ejército del Partido Conservador, vez que no digo del Partido Liberal, es decir, no es tan somocísta como se dice, pero sí ha correspondido a ciertos intereses campesinos, rurales, nacionalistas y más que nada regionales. Ésa es una base que hay que reconocer; no se puede desconocer a los misquitos, no se puede desconocer a los campesinos con orientación tradicional, pero es evidente que la Nicaragua actual es también de las ciudades; no es sólo una Nicaragua de la costa atlántica, es también del Pacífico".

La visita de Einaudi a Madrid está enmarcada en una campaña de mejora de la imagen de la contra entre la opinión pública europea y los Gobiernos más influyentes del viejo continente. El funcionario norteamericano considera que "es evidente que los sandinistas le han ga

nado la mano a la contra desde el punto de vista psicológico, político y de propaganda internacional. Los sandinistas todavía gozan del gran triunfo en contra de Somoza, en el que ellos jugaron un papel clave, pero no único".

Luigi Einaudi no cree que la estrategia norteamericana con la contra suponga un obstáculo para otras alternativas para la región como el plan Arias o el Grupo de Contadora. "Las posibilidades de éxito de Contadora y del plan Arias son mayores cuanto nosotros más presionamos a los sandinistas".El 'plan Arias'

El funcionario norteamericano no se muestra, sin embargo, muy optimista s obre la posibilidad de éxito del plan de paz presentado por el presidente de Costa Rica, que deberá ser debatido el mes próximo en la reunión de presidentes centroamericanos en Esquipulas.

"El problema", opina Einaudi, "es ver en que forma tiene éxito. El Gobierno norteamericano se opondría a una aparente solución en la cual haya un trueque de un lado, el apoyo a la resistencia nicaragüense y de otro lado nada más que palabras. Si los sandinistas dicen: bueno, nosotros ya tuvimos elecciones, somos perfectamente libres, y, ya que hemos declarado que es así, ustedes abandonan el apoyo a la contra, eso no es una negociación, es una rendición; eso sería inaceptable. Lo que hay que buscar es un plan que abra esas libertades que actualmente están cerradas"."Puede que los sandinistas crean", añade, "que sólo les falta esperar al final de la Administración de Reagan para ver el fin de la contra y por tanto, dejar cualquier posibilidad de salida política negociada hasta después de un cambio de Administración en Estados Unidos. Si es así, sería

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