Pujol critica en el Senado la política de involución del Gobierno socialista
El presidente de la Generalitat Jordi Pujol, afirmó ayer en el Senado que el Gobierno socialista practica una política de involución autonómica y reclamó del Ejecutivo una política diferente a la actual, que, en síntesis, debería tener como norte de actuación la defensa del Estado de las autonomías.
A preguntas de los senadores, Pujol habló de tres temas que en las últimas semanas ha intentado esquivar, al carecer de respuesta: el montante de las inmediatas reivindicaciones financieras de la Generalitat, que situó por encima de los 12.000 millones de pesetas; su impresión contraria a la figura del observador comunitario en representación de las autonomías, propuesta por el ministro de Administraciones Públicas, Joaquín Almunia; y la reacción gubernamental "muy favorable" a su viaje a Israel en el que hizo una ardua defensa del sionismo.Pujol mantuvo en su intervención en el Senado que el Gobierno socialista ha incumplido el pacto de Estado que permitió en 1979 la aprobación unánime por parte de los partidos catalanes del Estatuto de Autonomía. Consecuencia de ello habría sido, según el Gobierno catalán, la política regresiva del PSOE y el ahogo económico a que se ha visto sometida la Generalitat. Ello lo defendió con un abanico de ejemplos concretos del pasado, remontándose incluso a la redacción de la LOAPA por UCD y el PSOE.
La intervención del presidente de la Generalitat en el Senado, la primera que se produce desde que Pujol asumió en 1980 la presidencia de Cataluña, sirvió para conocer el nuevo frente reivindicativo de Pujol y el acento que pondrá en los próximos meses para conseguir cobrar los flecos económicos pendientes de pago por el Gobierno. Conseguido el acuerdo sobre financiación autonómica, Pujol trata que la Administración central asuma una serie de realizaciones de la Generalitat.
Pujol tuvo palabras de respeto constitucional y estatutario cuando señaló que los nacionalistas catalanes tan sólo piden su cumplimiento y que "ni mucho menos pedimos su reforma". "No queremos que el pueblo catalán se vea abocado a un callejón sin salida" afirmó. Centró toda su esperanza de cambio en un correcto funcionamiento de la Comisión de Cooperación con el Gobierno. Esta comisión es muy importante para Pujol: necesitamos algún mecanismo que nos permita creer que hay posibilidades de corrección de esta tendencia negativa".
