Nueve intelectuales y científicos reflexionan sobre Gregorio Marañón

La Fundación Colegio Libre de Eméritos Universitarios, creada en Madrid en 1986, ha organizado unas Reflexiones en torno a Marañón como proyecto, con la participación de nueve intelectuales y científicos. En la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se han desarrollado, durante la tarde de ayer y el martes, las diversas aportaciones sobre la figura y la obra del médico y humanista Gregorio Marañón del que se cumple este año el primer centenario de su nacimiento.

Julián Marías, escritor, concretó su intervención sobre Marañón y la España del siglo XVII, especialmente la figura del conde-duque de Olivares, de quien Marañón publicó una biografía en 1936, análisis de "una gran penetración", según Marías. En su opinión, las diversas biografías, como las de Enrique IV, Luis Vives, Antonio Pérez, Feijoo y Cajal, son "una interpretación de la historia de España, que quizá sean ahora más actuales que cuando las publicó".Un aspecto poco conocido de Marañón, su apoyo a la investigación en España, fue aportado por Alberto Sols, catedrático de Bioquímica, al destacar la labor del Centro de Investigaciones Biológicas, del que Marañón fue su primer director, desde 1956 hasta su muerte. "Se preocupó de ayudar a crear un ambiente a los jóvenes investigadores para una buena formación y que pudieran realizar, tras estudiar en el extranjero, un buen trabajo en España" .

Vivir en Toledo

El arquitecto y académico Fernando Chueca se refirió en estasjornadas a Toledo en la vida de Marañón, quien conoció la ciudad a través de las fotografías que le enseñara Benito Pérez Galdós en su casa de Santander. Con el escritor hizo su primer viaje a Toledo, donde adquiere y restaura, a comienzos de los años 20, el cigarral de Menores. Fernando Chueca comenta que Marañón fue depositando en su cigarral todo su cariño a Toledo y fue el lugar fundamental de su vida, donde tiene su biblioteca y escribe la mayor parte de sus libros. Según Chueca, Marañón se concentra en Toledo a través del Greco, con sus escritos; de los conventos, que considera como el subconsciente de la ciudad frente a los grandes monumentos que son la conciencia de la ciudad; y los cigarrales, con el conocimiento de su historia.

José Luis Pinillos, catedrático de Psicología, opina que Marañón hace una aportación original al conocimiento del hombre, en los problemas de la emoción, la personalidad o las cuestiones sexuales, con una derivación hacia la biografía y la historia psicológica, anticipándose en medio siglo a la actual tendencia de la psicohistoria. Dentro del pensamiento español, cercano a Ortega, Marañón es más realista y se sale del naturalismo, al tener una metodología rígida para captar elementos de la historia.

Comer y salud, comer y placer y el buen beber fueron aspectos tratados por Gregorio Valera, catedrático de Nutrición, al referirse a Marañón y el buen comer. Destaca sus ideas sobre la gordura, al darse cuenta que no hay un peso ideal sino un peso individual, y su defensa de la dieta mediterránea. Valera dice que a Marañón le gustaba mucho comer y por primera vez defendió a los que "beben moderadamente".En la jornada del martes intervinieron Santiago Grisolía catedrático de Biología, sobre Liberalismo de un hombre sin envidia ni rencor; Pedro Laín Entralgo director de la Real Academia Española, sobre el aspecto de conferenciante; Francisco Grande Covián, catedrático de Nutrición, sobre el pensamiento médico, y Rafael Lapesa, catedrático de Historia de la Filología Española, sobre su lugar en la literatura española.

Como resumen de las reflexiones, Manuel Gómez de Pablos, patrono fundador de la Fundación manifestó que todas ellas permiten dibujar un hombre ejemplar, cuya actividad intelectual y vital constituye un proyecto de humanismo plenamente válido para España. Todas las conferencias serán recogidas en un número de la revista Cuenta y Razón .