Entusiasmo ante 'Willie Wiebbel', una obra para niños
El exigente y formado público de la Muestra Internacional de Teatro de Valladolid se ha puesto por primera vez en pie en la novena edición, que se celebra a lo largo de estos días, ovacionando y aplaudiendo durante largo rato un espectáculo dirigido a niños de entre tres y seis años. Wiellie Wiebbel, última creación del holandés Cees Brandt, entusiasmó en sus dos representaciones, una para niños y otra para adultos, y demostró que la osadía de los organizadores al programar este montaje en una muestra de estas características valía la pena.
Año tras año acuden a Valladolid unos ávidos y devoradores espectadores de las más fuertes y nuevas sensaciones en lo que a espectáculos se refiere. Todos ellos han sucumbido ante la sensibilidad, sencillez e ingenuidad de Cees Brandt. La muestra se abrió con el plato más fuerte, los americanos Mabou Mines, que tanto ellos como la bailarina y coreógrafa alemana Susanne Linke cubrieron. las expectativas de los paladares más exquisitos Los franceses Royal de Luxe terminaron ayer de presentar Desgarrones, un montaje con el que a lo largo de cuatro días intentan, y a veces lo logran, romper los nervios al personal con sus coches a la brasa y sus actuaciones callejeras.El americano Stuart Sherman dejó perplejo y anonadado al público. Este explorador de objetos y movimientos indescriptibles que todo el mundo quería ver tras conocer los elogios que sobre él escriben los más prestigiosos medios neoyorquinos, realmente sorprendió, y esta vez crítica y público coincidían en sus comentarios al final del espectáculo, entre escasos aplausos y fuertes pateos. "Es un jeta", "está como una jaula de grillos", "tiene una esquizofrenia múltiple y diseminada", "es la antimetáfora, muestra lo que no tiene nada que ver con lo que quiere mostrar" eran las frases más suaves que se le dedicaban, y hasta un prestigioso crítico de espectáculos exclamó: "En toda mi vida profesional no me habían tomado nunca el pelo así".
Mundo ingenuo
En medio de la resaca producida por el iluminado Stuart Sherman y el aburrimiento producido en el concierto del estadounidense Jon Hassell, que no obstante interesó a los amantes de la música denominada de la nueva era, llegó algo inaudito. El holandés Cees Brandt se citó con los niños vallisoletanos en la mañana del domingo y por la noche con ese ávido y exigente público de la muestra y todos, sin excepción, se adentraron incluso fisicamente en el mundo ingenuo, lúdico e imaginativo de este bailarín actor donde la imagen y la sencilla estética han sido creadas en función de la mirada de los niños de tres a seis años, cuya lectura visual es muy diferente a la de niflos de otras edades.Cees Brandt, que alterna sus producciones para niños con las de adultos (su último montaje estrenado fue Acto sin palabras, de Samuel Beckett), confiesa de dónde procede su pasión por el teatro de niños: "En mis montajes para los pequeños ellos son los que en el fondo han creado el espectáculo. Los niños han sido los directores de escena, aunque para que esto no se convierta en un parvulario he dejado claro que el amo en el escenario soy yo, y todo lo que uno recibe siempre es mas importante que lo que uno da de sí mismo".
Paralelamente al desarrollo de la muestra se ofrece un atractivo ciclo de nuevo cine independiente americano en el que participan 10 largometrajes, 6 mediometrajes y 4 cortos de 10 directores estadounidenses.
En los próximos días se esperan con interés las actuaciones del bailarín inglés Michael Clark, el músico belga Wim Mertens, la coreógrafa francesa Karine Saporta, la compañía suiza de Muriel Bader, los británicos Test Departament, la española Orquesta de las Nubes y la producción del festival que ha sido dirigida por Ernesto Calvo Producción uno.
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