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Klarsfeld, un acusador 'cazanazis'

Lluís Bassets

Serge Klarsfeld es historiador y abogado. Nació en 1935 en Rumanía y escapó de milagro de la detención y del campo de exterminio. Su padre, en cambio, murió en el campo de concentración. El fiscal del camicero de Lyon es un activo militante antinazi y defiende al Estado de Israel.Mi combate por esta causa empezó exactamente en 1971, con el caso Barbie, con el propósito de terminar con la impunidad de los nazis que actuaron en Francia, que en aquel momento no podían ser extradidos desde Alemania", declara.

Su esposa, Beate, había pasado ya a las primeras paginas de los periódicos en 1969,cuando abofeteó al canciller de la RFA Kurt Kiesinger, para recordarle su pasado nazi.

El matrimonio Klarsfeld ha vinculado su nombre, ya para siempre, al de Barbie. Sin ellos, el viejo nazi nunca hubiera llegado a Francia. Los Klarsfeld intentaron secuestrar a Klaus Barbie en 1973, y en 1983 consiguieron su expulsión y su encarcelamiento.

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Una de las pruebas con mayor peso en el proceso, el telegrama en el que notifica la detención de 44 niños de la colonia judía de Izieu, firmado por Barbie, fue hallado tras una larga búsqueda por Serge Klarsfeld.

"Barbie es un cuadro medio de la Gestapo, pero con una gran importancia simbólica, pues participó en la detención de Jean Moulin y en la deportación de niños judíos", afirma Klarsfeid.

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"Estos hechos lo sitúan en la encrucijada de lo que significa el nazismo, pues golpeó contra dos símbolos" añade.

Para este abogado no hay dudas sobre la legitimidad del proceso. "Los criminales sabían que cometían crímenes, que había leyes que prohibían lo que ellos hacían. No se puede decir que no estaban advertidos de que sus delitos no serían objeto de prescripción y que esto crea inseguridad jurídica para ellos", dice.

Ir más lejos

Klarsfeld incluso cree que habría que ir más lejos en la cuestión procesal: "Para este tipo de crímenes hay un problema, y es que se exigen pruebas de que personajes como Barbie, encargados de la represión antijudía y contra la resistencia, participaron efectivamente en los hechos que se les imputan. Lo correcto sería un procedimiento más expeditivo, dada la destrucción sistemática de pruebas practicadas por los nazis. Usted fue culpable de tal grupo, usted es culpable de los crímenes cometidos por el grupo, a menos que pruebe su inocencia. El código penal normal y el criterio de responsabilidad habitual no bastan para estos crímenes".

Klarsfeld piensa que mientras queden nazis y queden democracias donde juzgarles hay que seguir con este tipo de procesos.

Cree que Rudolf Hess debe seguir encarcelado en Spandau, no admite la comparación entre los crímenes nazis y los cometidos en Argelia o en Vietnam, y asegura que Vergés, el abogado de Barbie, "defiende a quienes matan judíos ahora, y a quienes los mataron hace más de 40 años".

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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