_
_
_
_
Tribuna:ELECCIONES LEGISLATIVAS EN MALTA
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Carlo Magno y los pequeños gigantes

"El Reino Unido nos liberó de los grandes maestres de la Orden de Malta, los honorables (los parlamentarios) nos liberaron de los ingleses; pero ¿quién nos liberará de estos nuevos conquistadores". La reflexión que se hace Oliver Friggieri, profesor de la univeisidad de Malta, autor de la única historia de la literatura de la isla, es casi la misma que la de Karlu Manju (Carlo Magno), el protagonista de su novela Las flores no crecen en el Parlamento. La obra, un éxito de ventas prácticamente sin precedentes en el pequeño país mediterráneo, ha despertado una fuerte polémica y cuestiona con agria ironía el funcionamiento del actual sistemá de representación popular.Carlo Magno lo es todo, menos grande. Es el hombre común, celoso de su individualidad y nada dispuesto a salir adelante dentro del engranaje vigente. en Malta, que, según Friggieri, obliga prácticamente a subirse al carro de uno de los dos grandes, partidos. Por eso desafia el privilegio parlamentario y escribe una carta insolente y agresiva. El primer ministro (imposible no descubrir en él a Dom Mintoff) no quiere procesarle para no crear un héro e. El Parlamento le condena, pero no le penaliza. Al final -era inevitable-, todo sigue igual.

Más información
Una iglesia para cada día del año
La neutralidad de un portaviones en el dique seco

"Carlo Magno- es el símbolo de la indefensión ante el poder", dice Friggieri, que ve en las críticas llegadas desde los dos grandes partidos la prueba de que su libro ha dado en el clavo. "El problema de Malta", dice, "es moral: necesitamos una política limpia; que los políticos y los gobernantes sean auténticos servidores del pueblo; que se acabe su distanciamiento, su arrogancia y su prepotencia".

Friggieri ve, en el horizonte de la utopía, la "necesidad de una tercera vía, de un partido de la moralidad". Pero entre tanto confiesa que votará a los nacionalistas porque, aunque se define de izquierdas, cree que "los laboristas necesitan una cura de humildad".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_