La neutralidad de un portaviones en el dique seco
Los apuros de unos fenicios del siglo XX para comerciar por encima de la política de bloques
ENVIADO ESPECIALLa fragata británica Hms. Brazen, a cuya tripulación está adscrito el príncipe Andrés, entró en el puerto de La Valetta el 15 de agosto de 1986, exactamente 44 años después de que el Ous Ohio, con tres impactos en su casco, burlara el bloqueo alemán y lograse abastecer a una población a punto de rendirse por hambre. La heroica resistencia de los malteses frente a los bombardeos de la Luftwaffe hizo que Jorge VI, padre de la actual reina" de Inglaterra, concediera a la isla la George Cross, que hoy figura en la bandera nacional.
En ese día de Santa María del año pasado se sellaba solemnemente una reconciliación. La ruptura no había sido oficial, pero cuando los británicos desmantelaron su base de la OTAN, en 1979, se ponía fin a muchos siglos de presencia militar extranjera y Malta entraba en una vía que hace tan sólo unos meses ha tomado carta de naturaleza en la propia Constitución: la neutralidad. Para el actual primer ministro, el laborista Carmelo Mifsud Bonnici, de 53 años, se trata de dos principales logros alcanzados en el país desde que, en 1974, "los representantes d el pueblo estuvieron de acuerdo en una Constitución. Hasta entonces, todas habían sido otorgadas, incluso la de la independencia, en 1964, que fue elaborada por.los británicos".
Dom Mintoff -retirado como primer ministro en diciembre de 1984, pero aún un poder en la sombra de la política maltesa- fue el arquitecto del camino hacia un neutralismo activo y beligerante. Hoy día, Malta tiene mejores relaciones con Libia, la URSS o Corea del Norte que con Estados Unidos. Pero Európa sigue siendo su principal objetivo comercial, y la única presencia militar extranjera en la isla procede de un país de la OTAN, Italia.
Por estas islas, a caballo entre Sicilia y Libia, en mitad del Mediterráneo, pasaron fenicios, cartagineses, griegos, romanos, godos, franceses, españoles y británicos; pero parece que los fenicios dejaron una impronta especial, a juzgar por unas dotes para el comercio prácticamente únicas.
A los norteamericanos se les abren las carnes cuando oyen que el hijo del líder norcoreano, Kim Il Sung, ha viajado a Malta .para aprender inglés", o cuando se firma un acuerdo con la URSS para el almacenamiento de petróleo para la flota mercante soviética. Lo que ya rebasó el vaso de la paciencia de Reagan fue la información facilitada por Malta a Libia sobre el acercamiento de los aviones que atacaron Trípoli y Bengasi en abril de 1986. Mifsud Bonnici explica, desde su despacho en el señorial albergue de Castilla, en La Valetta, con un tono extremadamente reposado, la versión de su Gobierno. "Nos limitamos a cumplir con los acuerdos internacionales sobre la regulación del tráfico aéreo. El control de Roma informó al de Malta del acercamiento de aviones sin identificar. Cuando entraron en nuestra zona intentamos identificarlos, pero no respondieron, y nosotros informamos al control aéreo de Trípoli, no al Gobierno libio; esto ocurriá media hora o tres cuartos de hora antes del ataque".
Las relaciones con Estados Unidos son la principal espina que tienen clavada las relaciones exteriores de Malta. "Hemos hecho muchos intentos de acercamiento en los últimos años, pero la respuesta ha sido siempre poco estimulante", dice el dirigente laborista.
Lo que Winston Churchill llamó "nuestro único portaviones insumergible del Mediterráneo" está ahora disminuido. En plena era nuclear, la definición exterior de Malta es, sobre todo, importante por pasiva. El líder del Partido Nacionalista (PN), Edward Fenech Adami, de 53 años, asegura que su principal objetivo es lograr la "reconciliación nacional", poner fin a la "excesiva polarización y división entre los ciudadanos". Pero no cuestiona la neutralidad del País.
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