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LA CASA BLANCA, EN EL BANQUILLO

Secord, el 'privatizador' de la diplomacia

Francisco G. Basterra

Richard Secord es un general retirado que fue subsecretario del Pentágono encargado de Oriente Próximo. Pero no es por esto por lo que aparecerá hoy ante el Congreso como testigo. Secord ha sido el brazo derecho de Oliver North fuera de la Administración en el Irangate, tanto en la venta de armas al régimen de Jomeini como en el suministro bélico a la contra. Actuó como el principal agente de la privatización de la política exterior norteamericana, decidida por el Consejo de Seguridad Nacional. Cansado, de problemas burocráticos, North encargó a este general, ex piloto de Vietnam, y que salió del Pentágono en 1983 tras ser relacionado con una oscura operación para vender armas al líder libio, Muaminar el Gaddafi, el montaje de una red privada paralela que mantuvie ra armados a los antisandinistas cuando el Congreso había prohibido la ayuda militar.Utilizando una empresa consultora de las afueras de Washington, uno de cuyos socios es el hombre de negocios iraní Albert Hakim, Secord estableció una red privada de envío de armas a la contra que operaba desde El Salvador y Honduras, con el apoyo de la CIA, y que tenía a North como contacto en la Casa Blanca También viajó con Robert McFarlane a Irán con un car gamento de armas para Jomeini, y la intención de conseguir liberar a los rehenes.

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El 'IRANGATE' será investigado en la misma sala de las audiencias del Watergate

Se afirma que Secord controlaba cuentas secretas en Suiza que sirvieron para desviar fondos procedentes de Irán a la contra. Su empresa recibió 9,5 millones de dólares (más de 1.100 millones de pesetas) en pagos de una cuenta corriente de los antisandinistas, que los investigadores estiman que procedían del rey Fahd de Arabia Saudí. Secord, que en los últimos meses se había acogido a la quinta enmienda de la Constitución para no declarar, ha decidido romper su silencio.

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