Radamés, agencia de viajes
El turismo que ha acudido a Luxor se viste de memorias de África. El hilo y la gasa, de tonos crudos, descansan fláccidos sobre las pieles bronceadas, que este año vienen rojo-cobrizas, factor de protección tres y pico, un punto más para japoneses paliduchos.La bicicleta se ha adueñado de las preferencias para el desplazamiento breve, conjugando a la perfección las necesidades del self-made man, del ecologista impenitente y de quien cuida el body, hinchándose de yogur líquido. Las calesas, adornadas con frutas de plástico y conducidas al galope por temerarios beduinos de anchurosas chilabas, quedan para las inglesas viejas, de tez pálida y vestido estampado.
Como una nube de leche la bandera británica se deshizo en los chorros de té que durante lustros estuvo protegiendo. Hoy ha sido izada la insignia del hamburger, que, desplegada al Viento, preside los varios Sheraton, Hilton, Movienpick, Isis...
Aida, la esclava, es un producto de belleza más, un bronceado en el que reflejarse y distinguirse, un roast beef con compota de manzana para la vista y el oído. O, si se prefiere, una camiseta, una bolsa, una toalla, un gorrito para el sol, en venta en cualquier esquina de Luxor. Aida es, en definitiva, un viaje organizado. Radamés se ha convertido en su agente de viajes: celeste Aida, forma divina, descúbrala, disfrute de sus gloriosos perfiles expuesto al poderoso Horus de mayo. Io condottier della patria: conductor de masas turísticas en busca de hoteles en los que protestar porque el agua caliente del vecino sale a mayor presión que la nuestra. Conductor que enarbola el estandarte de la agencia, Disfrute de su estancia en Egipto y vuelva pronto, le estamos esperando.
Amneris es, en cambio, la mujer distinguida. Defiende el turismo del Concorde, vuelos desde París y Londres a Luxor por primera vez en la historia de su aeropuerto. Only for VIP's, con tarjeta de crédito dorada. A la entrada del pajarraco metálico les ponen una sonda en la vena, sustituyendo el suero fisiológico por Moët-Chandon extrafino.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El clima extremo azota Estados Unidos de costa a costa en estas navidades
Salvador Illa usa su mensaje navideño para alertar sobre el auge ultra: “Sin humanidad no se puede construir un país”
Bonoloto: comprobar sorteo del viernes 26 de diciembre
Cuponazo de la ONCE: comprobar sorteo del viernes 26 de diciembre
Lo más visto
- De celebrar el Gordo a temer no cobrarlo: la comisión de fiestas de Villamanín se dejó en casa un talonario vendido antes del sorteo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Los socialistas valencianos reclaman a Feijóo que entregue a la jueza de la dana la conversación íntegra con Mazón
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación




























































