Fidel Castro insiste en la eliminación total de la deuda externa del Tercer Mundo
ENVIADO ESPECIAL, El presidente cubano, Fidel Castro, propuso ayer la eliminación total de la deuda externa contraída por los países del Tercer Mundo y la creación de un nuevo orden económico internacional. Después de un año de silencio sobre estos temas, Castro manifestó en la inauguración de la sexta conferencia ministerial del Grupo de los 77 que la deuda de los países pobres, calculada en algo más de un billón de dólares, "no es pagable ni siquieraen sueños".
Castro explicó, como ejemplo de la impagabilidad de la deuda, que si imaginásemos que los países deudores consiguiesen una moratoria de 20 años durante los cuales se mantuviese estable la tasa de interés actual del 6%, se pagase sólo el 10% del total de las exportaciones y éstas creciesen durante esos 20 años en un 10% anual, al final de ese plazo se habría pagado una cantidad similar al monto total de la deuda actual y, sin embargo, ésta seguiría siendo la misma.El jefe del Estado cubano culpó de esta situación al actual orden económico, que hace, dijo, que "mientras más pagamos más debemos". Acusó al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial de "haber seguido propiciando políticas de ajuste encaminadas a asegurar el pago de los servicios de la deuda" y animó a los países deudores a no satisfacer los pagos porque, en todo caso, éstos ya han sido cobrados "durante siglos anteriores de colonialismo".
Fidel Castro dijo que el Tercer Mundo se ha convertido "en exportador neto de capital al mundo desarrollado" y citó, como ejemplo, que los países latinoamericanos han transferido a los estados ricos en los últimos cinco años, principalmente como parte del pago de los intereses de la deuda y por la caída de los precios de los productos básicos, una cantidad de 120.000 millones de dólares, que, según Castro, debe ser dedicada a partir de ahora al propio desarrollo de "los países que eufemísticamente llaman menos avanzados".
El líder cubano advirtió que el impago de la deuda, por sí solo, no servirá para desarrollar los países bobres y defendió la necesidad de un nuevo orden económico internacional.
Propuesta de Castro
Como medida inmediata propuso que las grandes potencias dediquen para el desarrollo del Tercer Mundo el dinero que puedan ahorrar si llegan a un acuerdo sobre desarme nuclear. Castro expresó su confianza en que las actuales negociaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética concluyan con un acuerdo que permita "el fin de la carrera armamentista y la eliminación de las armas nucleares", y añadió que si las grandes potencias "se libran de la pesadilla del holocausto nuclear, sería legítimo que los pueblos del Tercer Mundo vean desaparecer la pesadilla del holocausto por hambre".Fidel Castro dijo que el mundo gasta anualmente un billón de dólares en armamentos y que en los últimos 13 años se han dedicado 17 billones de dólares a la compra de armas. Según Castro, bastaría dedicar esas cantidades al desarrollo del Tercer Mundo, "bastaría sustituir lo tracional por lo racional", para modificar la situación actual. Advirtió, finalmente, que "si es cierto que sin paz no habrá desarrollo, también es cierto que sin desarrollo no habrá paz".
La sexta conferencia ministerial del grupo de los 77 (integrado ya en realidad por 127 países) inició ayer sus trabajos con vistas a coordinar el criterio de los países pobres de cara a la reunión de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo), que se celebrará el próximo mes de julio en Ginebra. Los temas de la deuda y del comercio internacional serán los centrales, de la reunión de La Habana, que será clausurada el próximo jueves.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.