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NEGOCIACIONES PARA EL DESARME NUCLEAR

Las superpotencias señalan avances hacia la firma de un acuerdo sobre los euromisiles

Pilar Bonet

El secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro de Exteriores soviético, Edvard Shevardnadze, expresaron ayer su esperanza de llegar a un acuerdo sobre misiles de alcance medio (INF) en el futuro próximo, pese a que ambos insistieron en el trabajo abundante que aún queda por hacer. Shultz se negó a comentar las nuevas propuestas soviéticas formuladas por Mijail Gorbachov y dijo querer consultar con los aliados occidentales hoy en Bruselas. Las propuestas soviéticas salen al paso de las objeciones occidentales ante la eventual eliminación de los cohetes de alcance medio en Europa y, en la práctica, extienden la opción cero a los misiles nucleares de más corto alcance.

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Moscú ha propuesto eliminar estos misiles de Europa en el plazo de un año, según confirmó ayer Shultz en una conferencia de prensa al final de su estancia de tres días en Moscú.En el tema de los misiles de alcance medio se "ha progresado mucho" y "tal vez" las "perspectivas de acuerdo están al alcance de la mano con algunas duras negociaciones por delante", dijo Shultz. "Con trabajo duro y esfuerzo creativo, el acuerdo tiene que ser posible en este campo", sentenció.

En el campo de los misiles de alcance inferior, Shultz aseguró igualmente que se habían hecho "considerables progresos" y que "cualquiera que sean los límites sobre este tipo de armas, el único concepto factible es el global". Dijo además que los mis¡les de alcance inferior, ahora ligados al acuerdo INF como quería la OTAN, recibirán "prioridad destacada" en la próxima ronda de las conversaciones soviético-norteamericanas sobre armamento nuclear que se iniciará el próximo 23 de abril.

Shevardnadze, que volvió a entrevistarse ayer con Shultz, dijo que ambos países pueden llegar a un acuerdo sobre misiles de alcance medio este año, pero que ello supondrá más trabajo. Durante sus entrevistas con Shultz, Shevardnadze dijo haber logrado "un grado de entendimiento mutuo en importantes temas". Este punto está recogido en el comunicado oficial del encuentro de ayer, donde se indica que ambos ministros decidieron "intensificar" el trabajo para lograr un acuerdo sobre misiles de alcance medio. Dijo Shultz que la estructura para este acuerdo sigue siendo la formulada en Reikiavik, que prevé la permanencia de 100 cabezas nucleares en el territorio asiático de la URSS y otras tantas en territorio norteamericano.

Aseguró el alto funcionario que EE UU preferiría la completa eliminación de los cohetes de alcance medio, ya que ello facilitaría la verificación, pero que la URSS no está de acuerdo con este punto.

Washington ha presentado un proyecto de verificaciones de carácter muy estricto en las conversaciones de Ginebra y la URSS ha prometido presentar sus ideas sobre este tema en la próxima ronda, dijo Shultz.

En relación a las armas estratégicas, Shultz y Shevardnadze, que firmaron un acuerdo de cooperación e investigación pacíficas en el espacio, se mostraron menos optimistas que en relación a las INF.

Shultz dijo haber defendido una reducción del 50% de las armas estratégicas en los próximos siete años y un compromiso para no abandonar el tratado sobre misiles antibalísticos (ABM) de 1972 durante el plazo de siete años igualmente.

Estas posiciones modifican la postura de Reikiavik, donde EE UU abogaba por 10 años de compromiso. Shultz se excusó diciendo que la URSS había rechazado la propuesta de 10 años en Islandia y señaló que Washington no cree estar violando el tratado AMB con su programa sobre la iniciativa de defensa estratégica (SDI o guerra de las galaxias). Shevardnadze consideró poco probable que Moscú y Washington logren un tratado sobre armas estratégicas y cósmicas antes de que el presidente norteamericano, Ronald Reagan, abandone la Casa Blanca en 1989.

Sobre la celebración de una cumbre soviético-norteamericana, Shultz dijo ayer que ésta tenía que dar resultados. Shultz entregó una carta a Gorbachov invitándole a visitar EE UU este año.

En relación al espionaje mutuo que ambos países se reprochan, Shultz y Shevardnadze no lograron ningún tipo de acuerdo. El secretario de Estado, que visitó las dependencias supuestamente plagadas de micrófonos de la nueva embajada norteamericana en Moscú, dijo que la situación tal vez haga necesarios "cambios estructurales" en el edificio.

Señaló que los diplomáticos soviéticos en Estados Unidos no recibirán permiso para ocupar sus nuevas dependencias en tanto los norteameicanos no puedan ocupar la suyas.

Shultz, que repartió helado entre los miembros de la embajada en una fiesta el martes para compensarles por las molestias causadas por la pérdida del personal de servicio soviético, visitó ayer la localidad de Peredelkino y la tumba del escritor Boris Pasternak y se reunió con un grupo de intelectuales soviéticos.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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