La subida media de los convenios registrados por el Ministerio de Trabajo supera el 6,5%
La subida salarial media de los convenios registrados hasta el 31 de marzo pasado por el Ministerio de Trabajo supera el 6,5%, lo que significa que, incorporando los deslizamientos, el incremento salarial desborda ampliamente la previsión del Gobierno de un crecimiento medio en torno al 5%. Por otra parte, el ministro de Trabajo, Manuel Chaves, declaró ayer a este periódico que el anteproyecto de ley de huelga ya está terminado, y que será consultado a los sindicatos antes de entrar al Parlamento. Chaves quiere que haya ley de huelga en efectivo antes de que finalice el año 1987.
La subida salarial media de los 267 convenios colectivos registrados en el Ministerio de Trabajo a 31 de marzo pasado supera el 6,5%, lo que significa que, incorporando los deslizamientos tradicionales, el incremento de los salarios supera ampliamente las recomendaciones del Ministerio de Economía y Hacienda en torno al 5%. Estas cifras oficiales han sido elevadas al alza por la Unión General de Trabajadores (UGT), que en un comunicado hecho público ayer habla de 293 convenios, que afectan a 1.372.460 trabajadores, de los cuales los considerados nuevos llevan un incremento del 7,22%, y en general (convenios nuevos y prórroga de los ya firmados años anteriores) del 6,65%. Las perspectivas de Trabajo son que, al incorporar el ya firmado convenio del metal y otros convenios sectoriales, el porcentaje tenderá a la baja.
El mítico 5%
Estos porcentajes están más en línea con lo explicado por el presidente Felipe González (véase EL PAÍS de ayer) en el sentido de que, dentro de la política económica vigente, cabe una negociación salarial que se acerque al 6%, en la que, con la incorporación de los deslizamientos (que no pueden ser nunca negativos, según González), se logre un incremento real de los salarios del 6,5% o del 7%. El ministro de Trabajo, Manuel Chaves, reiteró ayer que el Ejecutivo nunca recomendó una subida del 5%, sino en tomo al 5%. "Sin embargo, entiendo que ha habido dificultades para explicar esta postura", matizó Chaves.
Chaves explicó asimismo que el anteproyecto de ley de huelga, que según el presidente del Ejecutivo será enviado pronto al Parlamento, ya está acabado. "Se trata de una ley orgánica que se consultará con las centrales sindicales para que tenga su aval; será una ley breve centrada en la regulación de los servicios mínimos y que preserve los derechos de los ciudadanos. Nuestra previsión es que entre en vigor dentro del año en curso".
El ministro de Trabajo comentó los recientes conflictos laborales y sociales, atribuyéndolos a una triple motivación: en primer lugar, "estamos en la fase terminal de la crisis económica; hay una cierta reactivación y nadie quiere quedarse fuera de ella. En segundo lugar, hay intencionalidades políticas, sobre todo por parte del PCE y de CC OO, como lo demuestra la concentración de conflictos en las mismas fechas. Por último, hay un efecto contagio con todos los movimientos corporativos". Estas declaraciones coinciden en su espíritu, y casi en sus palabras, con las realizadas por Felipe González, que ya han tenido una fuerte respuesta por parte del PCE, que las ha calificado como "amenaza a la normalidad democrática". Según los comunistas, el presidente de Gobierno "no sólo coincide con los planteamientos de Cuevas sino, lo que es más grave, alienta a los responsables de las empresas públicas a mantener paralizados importantes sectores de la actividad económica y social".
Precisamente, sobre los conflictos de Iberia, Aviaco y Renfe, Manuel Chaves entiende que "se ha roto el equilibrio entre el legítimo objetivo de las huelgas y los daños que están provocando a los ciudadanos". González comentó estas movilizaciones en el sentido de que la mayor parte de los conflictos se centran en el sector público porque es más fácil presionar en empresas enchufadas a los presupuestos, que en empresas dependientes de las cuentas de resultados.
Patronal y empresarios
El ministro de Trabajo opina que en el sector privado hay muchos empresarios que no siguen las directrices de la patronal: "Una cosa es la superestructura de la CEOE y otra es lo que hacen los empresarios de base, que prefieren subir sus convenios uno o dos puntos antes que padecer la conflictividad. La CEOE está jugando el hábil papel de cargar en el Gobierno la responsabilidad de los conflictos".
Por último, sobre las relaciones entre el sindicato, el Gobierno y el partido socialista, Chaves cree que "los problemas se han estancado, que no bloqueado. Existe el compromiso implícito de no hacer nada que pueda agravar las cosas. Para avanzar es preciso que se tranquilice el ambiente y pase la oleada de huelgas".
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