El 'malentendido' del 5%
El Gobierno nunca ha recomendado una subida salarial del 5%, sino en tomo al 5%. En esto es tajante el presidente de Gobierno, que explica que el ministro de Economía, Carlos Solchaga, nunca ha entrado en confrontación con los sindicatos, sino al revés: han sido éstos los que han atacado a aquél. No incluye en esta referencia las palabras de Solchaga en la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) apelando a la responsabilidad social de los empresarios para resistir fuertes subidas salariales.Con una inflación prevista del 5%, cabe una negociación salarial que oscile entre el 5,7% y el 5,8%. Incluso cabría un 6%. Ello significa un crecimiento real de los salarios del 6,5% o del 7%, ya que nunca ha habido, lo diga quien lo diga, deslizamientos negativos. Incrementos así presionan sobre el consumo privado y no están fuera de la racionalidad de la política económica.
Salarios diferidos
En cuanto al reparto de los excedentes empresariales, progresivamente crecientes en los últimos años, cada vez debería ser más frecuente una negociación sobre los salarios diferidos, de modo que no sean únicamente los patronos los que se apropien de los crecimientos de rentabilidad. En cualquier caso, no conviene acusar únicamente a los sindicatos de falta de contacto con la realidad cuando piden incrementos salariales por encima de la banda 5%-6% hay empresarios que negocian convenios por encima del 7%, como si el problema de la inflación no ftiese con ellos. Además, es posible que UGT, con sus peticiones, esté respondiendo a una demanda social. Sin embargo, si los salarios creciesen alrededor del 7% (masa salarial), una inflación del 5% sólo podría conseguirse con una política monetaria contraída fenomenalmente, con una contracción brutal de la actividad, y esto costaría 300.000 empleos. Por ello entiende el presidente que es reaccionaria una política económica con salarios tan expansivos.
Es consciente González que la unión de UGT con CC 00 ha dado legitimidad a los conflictos recientes, que han paralizado los transportes públicos. En las previsiones del Gobierno cuenta que, tras la Samana Santa, "dejará de llover tanto" porque los sindicatos son conscientes del coste de cada huelga, incluso para sus propias organizaciones. Sin embargo, en las mismas previsiones cuenta que haya conflictos que se prolongarán conforme se avance hacia la fecha de las elecciones municipales y autonómicas.
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