Las empresas españolas en Marruecos dependen casi exclusivamente del crédito oficial
La presencia de empresas españolas en Marruecos es escasa y depende casi exclusivamente del crédito oficial. El préstamo de 550 millones de dólares (71.500 millones de pesetas al cambio actual) facilitado a Rabat, en el marco de los acuerdos de pesca de 1.983, sólo ha servido para promover la instalación de unas pocas firmas españolas en aquel mercado. En este momento no quedan fondos del citado crédito y algunas sociedades piensan repatriar personal y maquinaria, tras la conclusión de las obras en curso, si no se arbitra nueva financiación.
La absorción de la mayor parte de los créditos oficiales concedidos a Marruecos por parte de las empresas suministradoras de armamento ha impedido a una importante constructora española optar a la adjudicación de 64 obras en aquel país. También puede hacer inviable un contrato de 30.000 millones de pesetas, de los cuales unos 24.000 millones corresponden al suministro de bienes y servicios españoles.Este último proyecto consiste en la construcción llave en mano de la línea férrea Taourirt-Beni Enzar (poblado marroquí situado junto a la frontera de Melilla), cuya adjudicación está negociando un consorcio formado por Entrecanales, Inirail, Sereland y la División de Bienes de Equipo del INI en colaboración con Fomento del Comercio Exterior (Focoex).
El Gobierno, a juicio de empresarios y diplomáticos, no ha conseguido promover con el crédito pesquero una red de intereses económicos permanentes en aquel país, "que desdramatizaría otros contenciosos bilaterales".
La Administración de Rabat, acuciada por la falta de divisas y la crisis económica interna, insiste también en la conveniencia de una mayor colaboración de las empresas privadas y públicas españolas en el desarrollo de su país. "Dependemos demasiado de Francia, y España, por su nivel tecnológico y su cercanía, podría ayudarnos y beneficiarse", asegura un alto cargo marroquí.
Agadir, frente a Las Palmas
El proyecto más importante que está realizando una firma española en Marruecos corre a cargo de Dragados y Construcciones. Esta empresa lleva tres años trabajando en las obras del puerto de Agadir, con un contrato de 150 millones de dólares fruto del acuerdo pesquero.El nuevo puerto, que estará terminado a finales de este año, suscita inquietudes en Canarias. Un profesional relacionado con la actividad portuaria de las islas cree que Marruecos "vive obsesionado por anular el puerto de Las Palmas. Por supuesto que no puede competir, pero ¿quién garantiza que no exigirá que la flota pesquera establezca su base en Agadir?"
El puerto de Las Palmas mantiene una actividad intensa como bolsa de contratación, suministros y servicios a las flotas pesquera y mercante de numerosos países. Todos los días entra allí un mínimo de 10 buques. Un barco pequeño puede dejar 50 o 60 millones de pesetas cada vez que se acerca a puerto; uno muy pequeño gasta entre 10 y 15 millones, cifras que ayudan a formarse una idea sobre el dineral que se mueve en torno al puerto de La Luz. Y de la lógica inquietud de los canarios ante las eventuales apetencias marroquíes.
Sin embargo, el presidente del Gobierno autónomo de Canarias, Jerónimo Saavedra, no parece muy preocupado por la futura competencia: "No hay que Inquietarse por un espigón y unas instalaciones frigoríficas; Agadir no podrá alcanzar, en mucho tiempo, el nivel de servicios que ofirecen nuestros puertos".
También el cónsul marroquí en las islas Canarias, lbrahim Musa, se muestra prudente: "Las instalaciones de Agadir no serán competitivas, sino complementarias con las de Las Palmas".
Al margen del proyecto de Agadir el resto de las empresas con contratos de alguna importancia en Marruecos no supera la media docena. TEMELSA logró la adjudicación, en 10 millones de dólares, del tendido eléctrico en la línea ferroviaria Rabat-Casablanca. Fomento del Comercio Exterior (Focoex), anteriormente citada, tiene una pequeña participación (un contrato de unos 6.000 millones de pesetas) en la instalación de una planta de ácido sulfúrico que empresas japonesas están realizando en Jorf Lasfar. Y, finalmente, Cubiertas MZOV, con los últimos restos del crédito pesquero, ha obtenido la adjudicación del túnel de Matmata, en la región de Fez, destinado a la conducción de agua.
En febrero de 1985, Focoex y la firma Protecciones Plásticas consiguieron un segundo contrato en Jorf Lasfar, por 2.900 millones de pesetas.
Dos o tres empresas españolas más, entre ellas Ramón Vizcaíno, exportan instalaciones de frío industrial y de agroindustria sin la cobertura de los créditos pesqueros.
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