Jozef van den Berg y Antonio Gasalla clausuran el Festival le Teatro de Madrid

Dos histriones solitarios, el holandés Jozef van den Berg y el argentino Antonio Gasalla, con sus respectivos montajes, clausuran esta semana el VII Festival de Teatro de Madrid. Ambos actores, a pesar de sentirse cercanos en muchos aspectos al cabaré y reconocer que en sus espectáculos, como si de un juego esquizofrénico se tratara, dejan traslucir los diferentes personajes que cada uno tiene dentro de si, ofrecen formas muy distintas de enfrentarse solos ante el público.

Los amantes, espectáculo que anoche Van den Berg presentó en el teatro de la Comedia, ayudado por tres muñecos que le acompañan desde sus orígenes profesionales, es para su creador un montaje dificil de calificar: "Quizá sea heredero del anticuo titiritero latino, pero prefiero huir de las etiquetas. Yo lo único que hago es dejar hablar a las diferentes voces que llevo dentro de mi cabeza, que se enfrentan entre ellas y contra mí". Esta soledad de Van den Berg en el escenario no es tal: "En Los amantes hablo del amor entre los diferentes personajes que yo mismo llevo dentro de mí, y, por tanto, no actúo en solitario".Para el actor holandés los textos son fundamentales, algo que con el tiempo también le ha terminado pasando al actor argentino que mañana jueves presenta El show de Antonio Gasalla en el Centro Cultural de la Villa de Madrid.

Ambos se sienten vulnerables encima de un escenario, ambos saben que el público con que se encuentren puede alterarles o cambiarles su espectáculo, ambos son la esencia y el origen del teatro: un actor solo frente al espectador.

Ralagas de ternura

Tanto el holandés como el argentino arrancan risas a su público, independientemente de las ráfagas de ternura que emanan. Van den Berg a través de lo que él denomina una ironía poética, Gasalla a través de sus crónicas contemporáneas satirizadas "En mi espectáculo se pueden encontrar reminiscencias de lo que han venido haciendo los actores en solitario a través de la historia del teatro, pero lo cierto es que es al cabaré al que estoy más cercano con mis sátiras de la época a través de múltiples personajes caricaturizados".

Si Van den Berg tenía claro desde sus inicios profesionales que quería actuar en solitario "aunque procurando que al escenario no saliera un solo hombre", Gasalla quiso introducirse, tras finalizar sus estudios en la Escuela de Arte Dramático, en un teatro tradicional y supuestamente serio. "Fue mi vis cómica y la necesidad de sobrevivir la que me llevó al café-concert, que surge en la Argentina de los setenta, algo similar al café-teatro de la misma época en España".

Continúan en cartel, dentro de la programación de este festival, el espectáculo Glass, escrito y dirigido por el holandés Hinderik de Groot, en la sala Olimpia. En el Centro Cultural de la Villa de Madrid, el bailarín japonés Kazuo Oorio, cofundador de la escuela Butoh, estrenó anoche un segundo espectáculo, El mar muerto, donde baila en compañía de su hijo Yoshito Oorio. En esta danza se enfrenta la espiritualidad del padre con la perfección corporal del hijo.

En el teatro de la Comedia, hasta el sábado 28, continúa abierta la exposición fotográfica de Hans van Manen, coreógrafo que ha devenido en fotógrafo profesional a partir de los años setenta.