La Fundación Dalí estudia la creación de un organismo que gestione los derechos de la obra del pintor

Barcelona El patronato de la Fundación Gala-Salvador Dalí celebra hoy en la Torre Galatea, de Figueres -residencia del pintor-, su tercera reunión anual, durante la cual se analizará la situación de la entidad y las actividades de este año. Pese a que no figura en el orden del día, un punto crucial en el programa de la fundación es la posible creación de una institución, internacional que se ocupe de la gestión y defensa de la propiedad intelectual y de los derechos generados por la obra de Dalí. Este organismo tendría como principal misión la provisión de medios para rinanciar las actividades de la Fundación Gala-Dalí y, al mismo tiempo, la persecución legal de las falsificaciones de obra daliniana, especialmente en EE UU. El estado de salud de Salvador Dalí -que no suele asistir a las reuniones-, "no es bueno", explica uno de sus colaboradores; "tiene momentos de lucidez, pero en general quiere dormir mucho y cuesta hacer que se concentre".

El proyecto del truste, que comenzó a gestarse a finales de 1984, surgió como una herramienta para la correcta explotación y defensa de los derechos y la propiedad intelectual del artista -que solamente los ha cedido en casos excepcionales-, especialmente en los EE UU, donde tienen lugar la mayor parte de las transacciones de obra daliniana.Un primer proyecto para la creación del truste fue elaborado, según fuentes próximas a la fundación consultadas por este diario, con la colaboración del abogado madrileño José Briones, que desde hace algún tiempo asesora a los más directos colaboradores del pintor. Se gún las fuentes consultadas también participó el abogado parisiense Jacques Sinard.El Salvador Dalí Proarte Truste, que es como se denominaba el organismo en ese primer proyecto, se articularía a través de una sociedad bancaria de solvencia internacional tutelada por un consejo o pro tector. Los beneficios del truste -siempre según el primer proyecto- revertirían en la funda ción, la que sufragaría los gastos del artista, hasta el límite de dichos beneficios.Para ello, la Fundación Gala-Dalí recibiría, mediante cesión, el conjunto de derechos sobre la propiedad intelectual inherentes a la obra del pintor. Quedarían expresamente excluidos de esta cesión la propiedad material de la obra y el resto de las propiedades e inmuebles, que deberán ser objeto de disposición testamentaria o de donación por parte de Dalí.

La viabilidad de este proyecto en el marco de la legislación española fue consultada en 1985 por representantes -de la Fundación Gala-Dalí al entonces titular del Ministerio de Hacienda, Miguel Boyer.

El abogado madrileño y principal asesor legal de Dalí, Miguel Doménech, consultado por este diario, admitió que la creación del truste se encuentra entre los asuntos que'deben someterse a la consideración de la fundación y señaló que "es posible que se hable de ello en la reunión del viernes [por hoy], aunque no esté en la orden del día". Doménech, sin embargo, declinó hacer más comentarios sobre el contenido del truste.

Los trabajos de preparación del truste son seguidos por un grupo muy reducido de personas, en el que, sin embargo, están representadas todas las instituciones que intervienen en la Fundación Gala-Dalí.

"Hasta ahora, todo lo que se ha hecho en el Teatro-Museo Dalí y en la Torre Galatea", señaló otra fuente vinculada a la Fundación Gala-Dalí, "se ha hecho con el dinero de la ventanilla del museo; no hay otros ingresos. Es claro que sólo en el momento en que empiece a llegar el flujo de dólares resultante de la gestión de los derechos de Dalí en todo el mundo, será posible cumplir con los fines de la Fundación".

Las fuentes consultadas por este diario especularon con la posibilidad de que, en el futuro, el mencionado truste pueda gestionar también los bienes del pintor, que por el momento constituyen su patrimonio personal. Estos bienes, valorados -según los colaboradores del pintor- en unos 6.000 millones de pesetas, incluyen su colección particular (de obra propia y de otros artistas), su biblioteca y los bienes inmuebles, como el castillo de Púbol y la, finca de Port Lligat, entre otros.

Dado que el actual patrimonio de la Fundación Gala-Dalí -que cuenta ya con 621 obras valoradas en unos 3.200 millones de pesetas- fue calificado por el propio Dalí como una "donación inicial", las fuentes consultadas no dudan que el artista dotará a la fundación del patrimonio necesario para cumplir sus cometidos. Las mismas fuentes abrigan la esperanza de que Salvador Dalí se decida a donar en vida a la fundación él resto de su patrimonio, lo cual evitaría la eventual dispersión de la obra de Dalí tras su fallecimiento.