Cicatriz minera
Como mujer de un minero de Hunosa quiero decir lo siguiente:Hunosa, empresa nacional dedicada a la explotación de carbón de hulla, da trabajo actualmente a una plantilla de 21.000 trabajadores, posibilita la vida económica y la continuidad como grupo social de las poblaciones afincadas en las cuencas del Nalón y del Caudal y es, junto a la empresa siderometalúrgica Ensidesa, el otro pie que sustenta el cuerpo industrial de la economía asturiana. En estos momentos, los mineros, y con ellos toda la población de las cuencas, luchan, luchamos, contra un proyecto de extinción de Hunosa a medio plazo que ofrece como contrapartida de futuro una Asturias vegetal, ensueño de políticos turistas y turistas apolíticos, recorrida de idílicos pastizales, cotos y reservas, aptos para diletantes cinegéticos.
La aristocracia obrera (término usado en más de una ocasión para motejar a los mineros), esta aristocracia de la mugre y el harapo, los mantenidos, proxenetas de los contribuyentes (dos millones les cuesta a los contribuyentes cada año y cada trabajador de Hunosa, según la televisión privada del PSOE) han salido a la calle, y con ellos toda Asturias, a responder al plan de futuro-viabilidad-reconversión- liquidación, etcétera, elaborado por los directivos del INI, aprobado por el Consejo de Ministros bajo los auspicios de la CECA y presentado a los mineros por la dirección de Hunosa. Al resto de los insultos responden diariamente en los tajos subterráneos con un trabajo sin cielo y sin gloria, donde los héroes se despiden con 20 coronas y una borrachera.
Las cuencas mineras del Nalón y del Caudal, en el corazón de Asturias, son hoy una enorme cicatriz abierta, sangrante, informativa, que abomina del tratamiento periodístico recibido en las páginas de EL PAÍS (en el país de los ciegos, rey) por raquítico, tacaño, erróneo e irritante.
Tal vez los negros vapores del odio y el sordo tronar de la dinamita en los valles representaran para ustedes un más apetecible botín informativo.-
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