Homenaje popular al Rey al inaugurar un monumento en Sevilla
Don Juan Carlos inauguró ayer en Dos Hermanas el monumento en su honor erigido por el Ayuntamiento de esta localidad aledaña de Sevilla. La visita de los Reyes, acompañados por el presidente del Gobierno, Felipe González, supuso un masivo homenaje popular de los nazarenos, como se llama a los naturales de Dos Hermanas. La localidad tomó su nombre de Elvira y Estefanía, dos hermanas de Gonzalo Nazareno -de ahí el gentilicio-, capitán de Fernando III que en el siglo XIII recibió estas tierras del Rey de Castilla.El monumento, obra del escultor Jaime Gil Arévalo, consiste en un bloque de bronce que retrata a don Juan Carlos con la Constitución en la mano, rodeado de dos mujeres, un niño que representa el futuro y un trabajador. En la base tiene una placa dedicatoria, que fue descubierta tras el ofrecimiento del acto por el alcalde, el socialista Francisco Toscano, y el discurso del Rey, en el que glosó "la alegría de vivir que caracteriza esta tierra". Asimismo, don Juan Carlos afirmó que la presencia de los presidentes del Gobierno de España y de la Junta de Andalucía no era protocolaria, sino símbolo de la cercanía de todas las autoridades con el pueblo, y remarcó que la solidaridad de todas las comunidades debe ser cada vez mayor. "Es la gran tarea que considero primordial en esta hora de España", finalizó.
Numerosos paisanos de Felipe González le dedicaban contínuas muestras de simpatía, que obligaban al presidente a hacerles ver que estaba presente la primera autoridad de la nación, todo ello entre sonrisas, en un ambiente distendido, y donde el único problema eran los apuros de los servicios de seguridad para rehacer los cordones de protección desbordados. La localidad, cuyo Ayuntamiento había declarado fiesta local, amaneció adornada con mantones y banderas españolas y andaluzas, y sus 70.000 habitantes endomingados para la ocasión.
El griterío popular no cedía ni cuando los Reyes entraron en la parroquia de Santa María Magdalena, donde el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, presidió el acto en el que los Reyes fueron nombrados hermanos honorarios de la Hermandad de Valme. Sólo al cantar la Salve se impuso el silencio entre la gente que abarrotaba el templo. Una vecina comentaba que ella ya le había dicho "a Felipe lo que le tenía que decir: que arregle lo de los astilleros, que está mi marido allí".
Un grupo de trabajadores de los Astilleros de Sevilla, con graves problemas de empleo por falta de contratos, gritaba en las inmediaciones "Astilleros solución", mientras jóvenes de la izquierda radical intentaban desplegar pancartas sobre este tema y el desempleo de Dos Hermanas.
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