Los secuestradores de tres profesores norteamericanos y un indio se niegan a canjearlos por presos en Israel
Yihad Islámica para la Liberación de Palestina (YILP), el grupo que afirma tener secuestrados desde el pasado 24 de enero a tres profesores norteamericanos y uno indio del Colegio Universitario de Beirut, situado en el sector musulmán de la capital libanesa, anunció el viernes por la noche que se niega a canjear a sus rehenes por libaneses y palestinos detenidos en Israel. En un comunicado hecho público en Beirut, la citada organización añade que "este asunto quedará, por el momento, en suspenso, debido al empecinamiento de la Administración norteamericana".
Yihad Islámica acusa a las autoridades de Washington de "ignorar la suerte y arriesgar la vida de los rehenes", así como de negarse insistentemente a "satisfacer las demandas justas" de los secuestradores.El comunicado entregado hacia la medianoche del viernes en la oficina de Beirut de una agencia de prensa occidental tiene cinco puntos, y en uno de cilos se afirma que YILP nunca pretendió negociar directamente "con una parte concreta, sea ésta América o el enemigo sionísta (Israel)", sino que su propuesta de intercambio se inscribía "en el marco de los canjes de prisioneros que se efectúan en tiempo de guerra".
Castigo a los traidores
En otro párrafo de la misma nota, escrita en árabe, los secuestradores de Robert Polhill, Jesse Turner, Alan Steen y Mithisleshwar Singh, afirmaban que tienen pruebas de que sus rehenes "actuaban en contra del interés de nuestro pueblo en la región", refiriéndose a Oriente Próximo, e indicaban que "el castigo que (YILP) infligirá a los traidores y los criminales será civilizado".
El Departamento de Estado norteamericano se negó a comentar ayer, en Washington, esta declaración de los secuestradores de Beirut, que aparentemente echa tierra sobre la posibilidad de que un canje contribuya a resolver una crisis que preocupa profundamente a las autoridades de Estados Unidos. "No tenemos nada que decir al respecto", manifestó el portavoz Pete Martínez.
Oficialmente, la Administración de Ronald Reagan ha negado en todo momento la existencia de conversaciones orientadas hacia esa solución negociada. Tampoco Israel ha admitido que se esté negociando una salida en la que su país se vería implicado muy directamente, aunque las declaraciones procedentes de Tel Aviv sobre este asunto han sido mucho más ambiguas que las que se han escuchado en Washington.
Debido en parte a esta ambigüedad y al hecho de que YILP no cumpliera su ultimátum de ejecutar a sus rehenes el pasado lunes, 9 de febrero, existe una convicción generalizada de que efectivamente se ha negociado, e incluso se ha señalado a la sede de la Cruz Roja en Ginebra y a la capital siria como centros de estas conversaciones.
También contribuyó a reforzar esta convicción el repliegue a puertos israelíes de la Armada de Estados Unidos, que durante días se mantuvo frente a las costas de Líbano, mientras en Washington no se excluía ni la posibilidad de un golpe de mano destinado a liberar a los rehenes, ni la eventualidad más probable de una acción de castigo en el caso de que éstos fueran asesinados.
Por su parte, el líder de la milicia shií Amal, Nabih Berri, reiteró ayer en Damasco su llamamiento a YILP para que resuelva pacíficamente el conflicto, al reiterar que su organización no intercambiará en ningún caso a un piloto israelí que tiene capturado por 400 libaneses y palestinos detenidos en Israel, si los cuatro profesores no son liberados simultáneamente.
En realidad, la propuesta del canje como medio de resolución de la crisis creada por YILP partió de Berri. YILP había anunciado el pasado 31 de enero que sus cuatro rehenes serían ejecutados nueve días más tarde, y este ultimátum incluía una alusión genérica a una propuesta de intercambio. Pero fue Berri quien el 7 de febrero definía los términos concretos de un posible canje, en el que incluía a su píloto para animar a los israelíes.
La solución barajada afecta sólo a cuatro de los 26 extranjeros que permanecen secuestrados. En relación con el más conocido de ellos, el enviado especial de la Iglesia Anglicana de Inglaterra, Terry Waite, el embajador británico en Beirut, John Gray, entregó ayer al líder druso, Walid Jumblatt, en su palacio de Muktara, un mensaje personal del secretario del Foreign Office, Geoffre Howe, cuyo contenido no fue revelado.
Por otra parte, Yihad Islámica, otra organización sin relaciones conocidas con los secuestradores; de los cuatro profesores, desmintió ayer haber secuestrado el pasado jueves a Jean Obeid, un cristiano libanés, que fue: asesor del presidente Amín Gemayel.
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