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Una oficina sin medidas de seguridad

Los parados se mostraron muy indignados por lo sucedido, no sólo por la acción de los atracadores, sino también, y sobre todo, por las anómalas condiciones en que se desenvuelve el trabajo de la sucursal, si es que se puede hablar de una verdadera oficina.Tal y como expusieron algunos miembros de la sección sindical de CNT del Banco Central que se acercaron al lugar de los hechos, la sucursal de la calle de Chantada es sólo un local vacío, medio destartalado, sin servicio bancario, que está cerrada siempre, excepto del 10 al 15 de cada mes, que es cuando se hacen los pagos a los desempleados.

La sucursal carece de teléfono y, por tanto de alarma policial, y su director es el de la cercana sucursal, número 61, de la avenida de Betanzos. Desde el exterior ningún cartel anuncia que aquello es una sucursal bancaria. Fuentes de la CNT en el Banco Central indicaron que, según sus informes, la citada sucursal no es legal, no está dada de alta en el Ministerio de Trabajo y no tiene licencia de apertura.

Más información
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La oficina se abrió en mayo de 1986 y en agosto la delegación del gobierno le impuso una multa de 50.000 pesetas por falta de medidas de seguridad. Cinco meses después, el local se sigue utilizando con el mismo fin.

Un grupo de parados recogió ayer firmas para un escrito en el que afirman que, para eliminar trabajo y aglomeraciones en sus sucursales, el Central ha concentrado allí el pago del desempleo.

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