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GOLPE AL COMERCIO ILEGAL DE ESTUPEFACIENTES

Mezclar dinero y política fue su perdición final

Antonio Caño

Lehder hizo en Colombia lo que muchos creen que ha sido el motivo de su perdición final: mezcló el dinero con la política, subvirtió las reglas del juego. Quiso no sólo comprar el país, sino gobernarlo también. Fundó un partido político, el Movimiento Latino Nacional, y sacó un periódico, Quindío Libre, del que se llegaron a vender 60.000 ejemplares.

Con ambos instrumentos, Lehder se dedicó a combatir frenéticamente el tratado de extradición firmado en 1979 entre los Gobiernos de Colombia y Estados Unidos y que entró oficialmente en vigor en 1980. Denunció que el tratado era unilateral y para demostrarlo dijo que estaba dispuesto a entregarse a la justicia de EE UU un día después de que llegase a las cárceles de Colombia el primer estadounidense.

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Para explicar su movimiento político declaró en una ocasión: "Yo he venido a enseñar el nacionalismo puro, progresista y popular. Sé que no soy el más llamado a hacer estos planteamientos, pero Dios ha puesto en mis manos recursos económicos y la ideología, la vitalidad y la salud para ser uno más en el Movimiento Latino Nacional". "Sí esta oligarquía monárquica", agregó, "le teme a Adolfo (Hitler), pues entonces tocará disfrazarse de Adolfo (Hitler), pero nosotros no nos vamos a dejar vender más al imperialismo y de aquí no va a salir ningún colombiano más".

Después de haber obtenido representación parlamentaria en distintos departamentos y haber recorrido el país explicando sus teorías y haber comparecido incluso en el Congreso de la República, en Bogotá, el Movimiento Latino Nacional fue ¡legalizado y Lehder y otros mafiosos tuvieron que esconderse durante un tiempo como consecuencia del pulso que les planteó el entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, pulso en el que los narcotraficantes perdieron algo de dinero y de tranquilidad, y Lara, su vida.

La extradición a EE UU

Como reacción a ese crimen, el Gobierno de Belisario Betancur aprobó en 1984 la extradición a EE UU de Lehder por su presunta relación con el caso, pero ha habido que esperar tres años hasta su detención.

Un Lehder ya radicalizado y desconectado del poder real del narcotráfico llegó a comentar a algunos periodistas, meses después del asesinato de Lara, que éste había sido "fusilado por el pueblo". "Los justifico plenamente", dijo al referirse a los autores del atentado, "como justifico el fusilamiento del vendepatria Sadat".

Después de ese suceso, Lehder limitó mucho su actividad económica, se puso un uniforme, se colgó un fusil al hombro, una pistola en el cinto y se echó al monte dispuesto a cumplir con su sueño de formar un ejército liberador de Colombia, sustentado por la venta de cocaína. Intentó proyectos de ese tipo en acercamientos, nunca confirmados del todo, con los grupos guerrilleros Movimiento 19 de Abril y Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

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