Un ex agente de la policía polítíca chilena confiesa que intervino en el asesinato de Letelier

El ex capitán del Ejército chileno y ex agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA, policía política) Armando Fernández Larios reconoció el miércoles ante un juez de Washington que participó en el asesinato del ex embajador chileno en Estados Unidos Oriando Letelier, y sugirió que el presidente de Chile, Augusto Pinochet, estuvo involucrado en la operación.

Fernández Larios, de 37 años, abandonó en enero el Ejército chileno y negoció en secreto su viaje a EE UU para declarar en el caso. En la audiencia del miércoles reconoció que participó en el atentado con explosivos que mató a Letelier y a su acompañante norteamericana, Ronnie Moffit, cuando viajaban en un coche en el centro de Washington en septiembre de 1976.En sus primeras declaraciones ante la justicia tras el atentado, Fernández Larlos dijo que el propio Pinochet le impidió en 1979, cuando era objeto de una petición de extradición desde Estados Unidos, viajar a Washington para comparecer ante el juez que lleva el caso. "Usted no debe ir allí. Como buen soldado, debe mantenerse en su puesto. Todo se va a arreglar", dijo Pinochet a Fernández en una entrevista personal celebrada en esas fechas en el Hospital Militar de Santiago, según declaró el ex oficial en la audiencia pública.

Fernández, que fue jefe de la escolta personal de Pinochet en los primeros tiempos de la dictadura, agregó que, tras el atentado, preguntó al entonces jefe de la DINA, el general Manuel Contreras, por qué había planeado ese asesinato. "El general dijo que había que preguntarle al jefe. Yo entendí que 'el jefe' era Pinochet", dijo Fernández en su declaración.

Repercusiones

Las revelaciones que ha comenzado a efectuar Fernández Larios -para "limpiar" su nombre, según ha dicho, y también para pedir seguridad en Estados Unidos ante lo que juzga como amenazas a su vida en Chile- han provocado un terremoto político en Santiago, donde un portavoz oficial ha afirmado que el régimen militar "colaborará" con la investigación, aun cuando aclaró que "la materia es competencia de los tribunales de justicia", informa El principal temor en el Gobierno chileno es que la justicia norteamericana vuelva a pedir la extradición del general retirado Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, la temida policía secreta de los primeros tiempos del régimen, sustituida en 1977 por la actual Central Nacional de Informaciones (CNI). La extradición de Contreras, de Fernández y del jefe de operaciones de la DINA, el coronel Pedro Espinoza, fue denegada en 1979 por el Tribunal Supremo chileno. Contreras, amigo íntimo de Pinochet, podría revelar más detalles de cómo se fraguó el atentado si es llevado a declarar ante un tribunal norteamericano.

Orlando Letelier -que fue ministro de Asuntos Exteriores y de Defensa durante el Gobierno de Salvador Allende y más tarde su embajador en Washington- estuvo detenido en Chile tras el golpe y luego se le permitió viajar a Washington, donde se había convertido en una figura relevante de la oposición a la dictadura chilena en el exilio.

Fernández, que puede ser condenado a 10 años como cómplice en el asesinato, dijo que viajó a Washington en 1976 con un pasaporte falso expedido por la policía chilena, con la misión de vigilar los movimientos de Letelier y pasar luego la información, además de dinero, a otro agente de la DINA, Michael Townley, quien se encargó del asesinato junto a varios exiliados cubanos. Townley se entregó a la justicia norteamericana en 1978 y pasó 62 meses en prisión en EE UU, donde obtuvo una condena reducida por colaborar con la justicia.