_
_
_
_
SANIDAD

Los soldados italianos recibirán preservativos para evitar el contagio del SIDA

Juan Arias

Dentro de unas semanas, con la autorización del Ministerio de Sanidad, se distribuirán gratuitamente preservativos en todos los cuarteles de Italia, junto con unos opúsculos ilustrativos, para defenderse contra el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Mientras tanto, siguen produciéndose suicidios por temor a la nueva enfermedad; e1,66,8% de los italianos pide que toda la población se someta obligatoriamente a una prueba sobre el SIDA y el 46,8% vería con buenos ojos que se limitaran los derechos civiles de los que padezcan la peste de nuestro siglo.

El sondeo ha sido realizado por el diario de Turín La Stampa, y en él se advierte que existe desconcierto y perplejidad por lo que se refiere a la información sobre el problema. Así, el 38,7% de los entrevistados considera "alarmista" la información sobre los peligros del SIDA, mientras el 34,6% la considera todavía "insuficiente".Sin embargo, a la pregunta de si el miedo al SIDA ha cambiado ya, de algún modo, las costumbres de los italianos, el 86,5% responde categóricamente que no. Entre el 13,5% que ha respondido que sí se hallan sobre todo jóvenes entre 18 y 25 años, mujeres y personas de nivel cultural medio.

Mientras tanto, cada día crece el número de personas que se suicidan por el temor de estar enfermos de SIDA. Las últimas víctimas han sido los esposos Giuseppe De Conza, de 33 años, obrero, y Patrizia Cannone, de 26 años, enfermera, originarios de Calabria y que trabajaban en Milán. Se han suicidado disparándose en la habitación de un hotel con una pistola del calibre 22 con silenciador, dejando una hija de tres años. En la habitación del hotel la policía ha encontrado, junto con la pistola, el testamento del matrimonio suicida, en el que piden perdón a sus familiares, rogándoles al mismo tiempo que se hagan cargo de su pequeña y explicando su gesto de locura por el hecho de que "ambos pádecían una terrible enfermedad".

En algunos cuarteles, como los de Venecia, han empezado ya a impartirse clases a los soldados sobre las técnicas de prevención para evitar posibles contagios. Se les aconseja no intercambiarse vestidos y objetos personales como cuchillas de afeitar, cepillos de dientes y todo lo que sean objetos cortantes, y, sobre todo, se les alerta para que estén atentos a las relaciones sexuales ocasionales, pidiéndoles que se presenten en seguida al médico al menor síntoma.

Iglesia católica

El problema del SIDA ha empezado también a preocupar a la Iglesia católica desde que se ha sabido que, por ejemplo, en Estados Unidos han fallecido ya 12 sacerdotes de SIDA. Según rumores recogidos ayer por la agencia Adista, de Roma, el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto del ex Santo Oficio, se opondría, sin embargo, a que los obispos de algunos países difundan, como tenían intención de hacer, folletos informativos preparados por seglares católicos sobre el tema, incluso entre los religiosos. Al parecer, el temor de Ratzinger es que la Iglesia pueda mostrarse tolerante en cuanto al uso de preservativos, aún condenados, hoy por hoy, por la Iglesia oficial.Incluso el cardenal benedictino Basil Hume, el progresista arzobispo de Canterbury, ha escrito que "como Chernobil. obligó a reflexionar sobre las relaciones con el progreso tecnológico, también el SIDA pone en cuestión las relaciones personales entre los hombres". La única solución, opina, es la autodisciplina y el respeto del prójimo en las relaciones sexuales".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_