Israel empieza a inquietarse ante un eventual triunfo iraní en la guerra del golfo Persico
Los dirigentes de Israel no lo admiten abiertamente, pero grupos de expertos del Ministerio de Defensa en Tel Aviv estudian desde hace ya tiempo, y no sin inquietud, las consecuencias esitratégias y geopolíticas de una eventual victoria iraní, incluso sólo parcial.
Hasta ahora, los dirigentes israelíes estaban preocupados, en primer lugar, por la amenaza potencial de Irak, enemigo tradicional del Estado hebreo, que ha participado en todas las guerras árabes contra Israel desde su nacimiento como nación en 1948, mientras que Irán había mantenido una posición neutral. La campaña iraquí contra Irán ha endurecido más todavía al Ejército de Irak y le ha permitido experimentar sobre el campo de batalla nuevas armas muy perfeccionadas, facilitadas fundamentalmente por la Unión Soviética y Francia."Los pilotos iraquíes efectúan centenares de salidas diarias lejos de sus bases de origen. Hoy, la aviación de Irak no necesitaría pasar por Jordania o Siria para atacar Israel en una nueva guerra", ha declarado el jefe de la aviación israelí.
Los reiterados reveses sufridos por el Ejército iraquí han empezado a echar por tierra las tesis de los estrategas israelíes de que las armas suministradas por Tel Aviv y Washington a Irán establecerían un equilibrio de fuerzas que contribuiría a desgastar a ambos contendientes.
Ante esta situación, algunos expertos se preguntan si Israel debe cesar sus entregas de armas a Irán. Un especialista en asuntos iraquíes de la universidad de Jerusalén, Moisés, Baram, ha llegado a plantear abiertamente que Israel debe ahora ayudar militarmente a Irak. En cualquier caso, los dirigentes israelíes se interrogan sobre las consecuencias potencialmente catastróficas, tanto para los países del golfo Pérsico como para los países árabes en general y para Israel en particular, de un triunfo del Irán de Jomeini, que podría desencadenar un maremoto integrista musulmán en la región.
Según ha podido saber este periódico, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, Iria enviado varios mensajes personales y urgentes al primer ministro Simón Peres sobre la necesidad de que Israel reconsidere: su tradicional postura en la guerra del Golfo. El próximo encuentro entre Peres y Mubarak parece que va a estar centrado en es-te asunto. Un cambio espectacular en la política de Israel en ese: largo conflicto podría tener consecuencias imprevistas, incluso positivas, en el proceso de paz entre árabes e israelíes, según ha manifestado una fuente diplornáfica.
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