Mubarak promete a González el pago parcial de la deuda de Egipto

El presidente de la República de Egipto, Hosni Mubarak, aseguró ayer durante su entrevista con el presidente del Gobierno español, Felipe González, que su país asumirá el compromiso de pagar a corto plazo una parte de la deuda económica contraída con España: 240 millones de dólares (unos 31.200 millones de pesetas) de un total de 1.500 millones de dólares (casi 200.000 millones) de créditos concedidos.Con anterioridad, González había anunciado que España sería especialmente comprensiva con Egipto no sólo en el plano bilateral sino también ante los organismos internacionales para hacer posible un pago flexible de la deuda. Con la entrevista con Mubarak el presidente González concluyó ayer la parte política de su viaje a Egipto, que concluirá hoy con una visita turística al valle de los Reyes.

Prestigio internacional

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial son los organismos que median entre Egipto y los principales países acreedores: Estados Unidos, RFA, Francia, Italia, Japón y España, con los que el país norteafricano tiene contraída una deuda que asciende a 315.000 millones de dólares (algo más de cuatro billones de pesetas).A la vista de estas cifras, este país deberá pagar 3.000 millones de dólares anuales hasta dentro de tres años, si quiero conservar su prestigio internacional.

Sanear la economía

Es especialmente significativo que la entrevista Mubarak-González se produzca tan solo unas horas antes de la llegada a El Cairo de los negociadores del Fondo Monetario Internacional, quienes pretenden que Egipto se comprometa a un saneamiento de su economía.Uno de los puntos más espinosos para la puesta en marcha del plan del Fondo Monetario Internacional es la exigencia de que Egipto reduzca sustancialmente las subvenciones para productos básicos (que ascienden en algunos casos al 50% del valor total).

Esta cuestión ya ha provocado sangrientos levantamientos populares en algunos países árabes que trataron de aplicarla.

González y Mubarak se saltaron todas las previsiones protocolarias, convirtiendo una tradicional audiencia en una intensa conversación de trabajo, que superó la hora y cuarto de duración.

Las causas de la grave crisis económica que atraviesa Egipto son, según las informaciones recibidas por González durante su estancia en El Cairo: la bajada del precio del petróleo, que ha comportado unas pérdidas de ingresos que alcanzan los 1.500 millones de dólares (195.000 millones de pesetas); los 2.000 millones de dólares que se han dejado de recibir en divisas, debido al regreso de varias remesas de emigrantes egipcios procedentes en su mayoría de los países del Golfo; y el recorte de los ingresos procedentes del turismo que se cifran en Egipto en unos 500 millones de dólares.

El turismo ha descendido como consecuencia de la inestabilidad política de la zona y ante el temor exterior de un terrorismo creciente. Precisamente el terrorismo fue otro de los asuntos que se trataron durante las conversaciones en el contexto de la situación del Oriente Próximo y ante el deseo egipcio de que se celebre una conferencia internacional sobre la cuestión palestina, en la que exige, pese a la negativa de Israel, la participación en ella de la OLP, que encabeza Yasir Arafat.

Tercer Mundo

La sensibilidad despertada por la arena y la piedra de Egipto en el presidente González le llevó a rechazar categóricamente "la visión de algunos que piensan que esto es el Tercer Mundo, cuando ellos", dijo, "construían estas pirámides mientras nosotros estábamos todavía subidos a los árboles".Estas declaraciones fueron hechas durante la visita del presidente español, su esposa, Carmen Romero, y la mayor parte de la delegación española (excepto Julio Feo, secretario general de la Presidencia), a las pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos, en las afueras de El Cairo.