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Tribuna
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Una alianza de intereses contrapuestos

El régimen de la República Islámica conoce muy bien la sensibilidad y el rechazo del pueblo iraní respecto al reestablecimiento de relaciones desiguales con Estados Unidos. Por eso intentó ocultar las negociaciones bajo cuerda que mantenía con ese país y por la misma razón procura mantener y repetir los eslóganes antiimperialistas, aunque carezcan de contenido real, y provoca acontecimientos aventurados como el último ataque contra Irak, en el que han resultado muertas miles de personas, a fin de desviar la opinión pública hacia otro tema.A pesar de todo, y según las declaraciones de las autoridades iranies, el régimen de Teherán no sólo tiene intención de seguir con las negociaciones, sino que hará esfuerzos para ampliar los acuerdos y la cooperación entre los dos Gobiernos lo más rápidamente-posible y lograr que dichos acuerdos tomen un aspecto público y legítimo. ¿Pero por qué?

Kar (Trabajo), el órgano del comité central de la Organización de los Fedayines del Pueblo Iraní (mayoría), anunció en su edición de marzo de 1986 que "el régimen de Jomeini, tras rehabilitar y fortalecer sus relaciones con el Reino Unido, la República Federal de Alemania, Japón e Italia, está intentando atraer a los círculos imperialistas franceses para después normalizar las relaciones con Estados Unidos".

El régimen de Jomeini se encuentra en un callejón sin salida respecto a la guerra con Irak, cuya prolongación mina sus fuerzas en todos los terrenos. El material bélico y los repuestos armamentísticos norteamericanos son, según Hashemi Rafsanjani, el presidente del Parlamento iraní, "más necesarios que el pan de cada día". La profunda crisis económica y financiera ha debilitado más que nunca el poder de maniobra y la entrada de divisas necesarios para comprar armas a través de Gobiernos y vendedores intermediarios. Los canales que quedan abiertos por parte del imperialismo para el contrabando de armamentos a Irán son insuficientes, caros e inseguros. A causa de la profunda crisis socioeconómica y política existente, la posibilidad de que, el descontento masivo se convierta en una tormenta revolucionaria es espantoso para los dirigentes iraníes; en este sentido, Jomeini pide la ayuda directa en todos los terrenos a Estados Unidos.

El viejo ayatola, en su discurso del pasado 12 de noviembre dirigiéndose a los que critican las negociaciones con la delegación estadounidense, hizo constar la difícil situación del país y pidió a sus seguidores que celebrasen el comienzo de los contactos con Estados Unidos. Jomeini añadió que los representantes de Reagan "han venido humildemente para establecer, relaciones" y calificó el contacto como la "victoria más importante" de Irán.

Situación estratégica

La situación estratégica y geopolítica de Irán siempre ha sido el factor más importante en las consideraciones de los estrategas de la Casa Blanca. Así, la inestabilidad o los factores que favorezcan la crisis dentro del régimen de Jomeini son aceptables en tanto sean útiles como instrumentos de presión. Más allá de este punto, Estados Unidos intentará, en la medida de sus posibilidades, reducir sus efectos para impedir acontecimientos imprevistos. Para Reagan, el sector moderado del régimen de Jomeini es aceptable. La respuesta de Rafsanjani no dejó lugar a dudas para Washington. En su discurso del 28 de noviembre en la universidad de Teherán, declaró que "en Irán todo el sistema, desde la dirección hasta la base, somos moderados. Fue EE UU quien nos puso el nombre de fundamentalistas".El régimen de Jomeini quiere que Estados Unidos establezca en el campo del armamento relaciones similares alas que mantenía con el régimen del sha. Tal petición por parte de los dirigentes iraníes coincide con los planteamientos de Estados Unidos para restablecer relaciones entre los dos países, pero Washington exige a cambio un suficiente desarrollo de los "procesos positivos internos" de la República Islámica. La profundización de las características burguesas del régimen y su conducta criminal respecto a los comunistas y revolucionarios de Irán; su enemistad con la comunidad de los países socialistas; el apoyo a los rebeldes afganos; las relaciones muy amistosas con Turquía (país miembro de la OTAN) y Pakistán (aliado muy cercano de Estados Unidos); la represión sanguinaria y sin piedad al pueblo kurdo, son factores que crean esperanza y dan seguridad a EE UU respecto al régimen de Irán.

En realidad, la biblia que obsequió Reagan a Jomeini y el énfasis que puso el presidente norteamericano en "la unidad de las religiones divinas" son muestras claras de su deseo de crear una "unidad sagrada" contra la URSS en el golfo Pérsico.

Más que una compraventa

Por tanto, el camino hacia el establecimiento de relaciones entre Estados Unidos y la República Islámica ha sido emprendido por ambas partes. A partir de ahora se desarrollarán relaciones tanto encubiertas como públicas. Reducir el contenido de estas negociaciones a una mera compraventa de armas a cambio de la liberación de los rehenes capturados por Yihad (Guerra Santa) Islámica en Líbano, conduce a desviar la opinión pública del tema principal de las negociaciones.La República Islámica en el futuro, si es que lo tiene, llegará a niveles más altos de servicio al imperialismo y puede que suba los peldaños de esa escalera con el eslogan de "Muerte a Estados Unidos", pero tanto el Gobierno de Washington como el de Teherán evalúan positivamente la extensión de sus relaciones. El fin de un engaño es el comienzo de una buena amistad entre los antiterroristas norteamericanos y los antimperialistas iraníes.

Mahmud Alizadé es miembro del Comité Español por la Paz entre Irán e Irak y simpatizante del grupo opositor iraní Fedayin del Pueblo (Mayoría).

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