Lo imposible, en Líbano se hace posible

"En Líbano, lo imposible se hace posible. ¿Quién habría creído hace seis meses que los cristianos de Líbano ayudarían militarmente a la Organización para la Liberación de Palestina [OLP]? ¿Quién habría pensado que cañones falangistas bombardearían posiciones shiíes para apoyar a Al Fatah, cuyos guerrilleros se encuentran parapetados en el campo de refugiados palestinos de Chatila? ¿Quién habría creído que los cristianos pondrían el puerto de Yunié a disposición de Al Fatah para llevar refuerzos de Chipre al sur de Líbano?".Estas declaraciones del ministro israelí de Defensa, Isaac Rabin, reflejan el desasosiego de las altas esferas israelíes ante los últimos acontecimientos de Líbano. Por un lado, la OLP, y sobre todo su principal componente, Al Fatah, grupo que dirige Yasir Arafat, vuelve al sur de Líbano. No sólo eso, sino que, según oficiales de los servicios secretos militares de Israel, los guerrilleros palestinos están a punto de convertirse en "la fuerza predominante en el sur de Líbano". La invasión sangrienta de Líbano por el Tsahal (Ejército israelí) en junio de 19,82, cuyo objetivo declarado era "destruir la infraestructura militar de la OLP", ¿no habrá servido para nada?, ¿habrá que empezar de nuevo?Por otra parte, las sucesivas derrotas infligidas por las fuerzas del proiraní Hezbollah (Partido de Dios) a los soldados del Ejército del Sur de Líbano (ESL), que dirige el general Antoine Lahad, equipado y financiado por Israel, ponen en duda incluso la concepción de la zona de seguridad confiada a Lahad por el Tsahal, tras la retirada israelí de Líbano en junio de 1985.Las fuerzas de Lahad se degradan de mes en mes. En la última semana han sufrido 13 bajas en combates. En diciembre, más de 250 soldados (shiíes) desertaron. Desde comienzos de 1986, cerca de 600 soldados del Ejército del Sur han decidido regresar a sus lugares de origen. Cunde la desmoralización, y la devaluación de la libra libanesa ha reducido sus salarios a lo mínimo indispensable: unos 100 dólares (13.200 pesetas) por soldado. Últimamente, la paga ha aumentado ligeramente. En la actualidad, las fuerzas de Lahad ascienden apenas a un millar de soldados.

Cambio en las consignas

Hasta el presente, Israel había reducido al mínimo su presencia militar en la zona de seguridad. Algunos centenares de hombres, como mucho. En ocasiones, estos efectivos se veían reforzados para hacer posible una operación determinada, pero después eran retirados. La consigna era: "Terminar el trabajo e irse lo antes posible".Pero después del éxito creciente de los ataques e incursiones de Hezbollah y, sobre todo, de la desmoralización de los hombres de Lahad, la consigna deberá cambiar y se puede prever un importante refuerzo de las unidades israelíes allí destacadas. "La multiplicación de deserciones en el Ejército de Lahad", escribió el comentarista militar Zeev Schiff en el periódico Haaretz, "conducirá inevitablemente a una mayor presencia militar del Tsahal".