Antoñete reaparecerá en abril apoderado por Chopera

Antonio Chenel, Antoñete, ha decidido reaparecer en los ruedos esta temporada. Su presentación será el próximo mes de abril, en la Feria de Sevilla, para continuar, en la de San Isidro, y a continuación participará en los principales abonos de la temporada; por supuesto, en los de las ferias de Bilbao y Logroño. "Si me lo gano y las cosas ruedan bien", según ha manifestado el torero."He recibido este invierno varias ofertas interesantes para torear durante la temporada l987", dice Antoñete, "pero la mejor es la que me ha hecho Manuel Chopera. La noche de Reyes cenamos juntos, sus condiciones me parecieron interesantes y decidí la reaparición. No me ha hecho una exclusiva, sino que nuestra relación será, de apoderamiento y no nos hemos fijado límite alguno al número de actuaciones".

La retirada de Antoñete fue en la feria de otoño de Madrid de 1985, en una corrida en la que toreo mano a mano con Curro Vázquez, y aunque no estuvo afortunado en la lidia, salió a hombros por la puerta grande. Parte de la afición culpó a Chopera de la mala organización de aquella corrida, como causa de la poco brillante actuación de Antoñete. El veterano diestro había permanecido cinco temporadas en activo, con tan brillantes actuaciones que alcanzó la consideración de máxima figura del toreo. El mismo año de su retirada y durante 1986, participó en numerosos festivales, con lo cual pudo satisfacer su vocación torera y mantenerse en forma.

Motivaciones económicas

La necesidad de torear es una de las causas principales por las que Antoñete vuelve a los ruedos, pero también tiene serias motivaciones económicas. Las explica así: "No es que me falte para vivir yo; por el contrario, dispongo de lo suficiente y ése no es problema. Pero tengo tina familia numerosa, hijos y nietos a los que he de mantener, los gastos son cuantiosos y, naturalmente, necesito ganar más dinero".La reaparición de Antoñete va a complacer a los aficionados, sobre todo en Madrid, donde cuenta con muchísimos partidarios que le consideran la figura indiscutible del toreo contemporáneo. Sin embargo, va a estar rodeada de dificultades por las precarias condiciones físicas y la edad del torero, más la competencia de los jóvenes espadas que se han consolidado.

Para Manuel Chopera va a ser beneficiosa, pues refuerza su poder empresarial y le facilitará la venta del abono de la Feria de San Isidro. Sin una figura de las características de Antoñete, Chopera se hubiera visto obligado a aceptar las duras condiciones que le impondría Manuel González por la contratación de los toreros que apodera, Manzanares y Espartaco, o de José Luis Marca con Paco Ojeda, entre otros. Ahora, el cartel de estos diestros no le va a ser tan necesario para defender el abono, pues Antoñete lo tiene mucho mayor en Madrid.