El alcalde de Parla considera "dramática" la situación socioeconómica de la ciudad
El alcalde de Parla, el socialista Pedro Bermejo, ha calificado de muy grave, e incluso dramática, la situación socioeconómica que sufre el municipio, de más de 63.000 habitantes, tras la presentación de un informe sobre la situación general de la localidad. De este informe se derivará un documento dirigido al presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, y al presidente del Gobierno, Felipe González.
En una extensión de 10 páginas, el documento describe los problemas y las carencias que tiene esta localidad debido a su deficiente estructura económica. Las carencias, a, juicio de Bermejo, son producto de la inexistencia de industrias con cierto peso en el suelo industrial de Parla; de un sector comercial basado sobre todo en el sector de servicios, y de una, actividad constructora en la actualidad claramente deprimida. El considerable porcentaje de desempleo y la falta de reordenación más equilibrada del territorio agravan aún más la realidad social y económica del municipio, siempre según el referido documento. Durante la presentación del informe, el alcalde puso de manifiesta que "la situación comienza a ser gravísima para Parla". Situación que se traduce en la falta de un tejido industrial y en un paro creciente que se sitúa hoy día en 5.738 desempleados (según datos del Instituto Nacional de Empleo, Inem). De ellos, un 57% corresponde a la población juvenil. A este dato se añade el problema de los bajos niveles de cualificación entre los jóvenes parados (87% sólo con estudios básicos y 58% con estudios primarios), lo que supondría en un futuro el riesgo de crear un colectivo permanente de parados.
Agresión al comercio local
La necesidad de una política de localización industrial, así como también en el resto de los sectores productivos, es la única forma de garantizar el futuro de una población como la de Parla. Sin embargo, la continua agresión al comercio local por parte de los hiperestablecimientos situados en los municipios limítrofes, y la aprobación de tan sólo cuatro proyectos de la ZUR (Zona de Urgente Reindustrialización) demuestran la imposibilidad de crear un tejido industrial y comercial sólido. Bermejo manifestaba al respecto que ya no cree en el tejido industrial, y que si no surgen otros tipos de proyectos, "el tema se cierra para Parla de forma trágica y drástica". El máximo responsable de este municipio criticó asimismo la política de ayudas que concede la Consejería de Industria de la Comunidad de Madrid, política que calificó de ineficaz para Parla: "Aunque nos han atendido muy bien, a la hora de realizaciones concretas ha resulta do un fiasco".A pesar de la ayuda que ha obtenido este municipio del Gobierno regional, cifrada en 2.000 millones, que irán destinadas a renovar la red de agua del municipio y dotarlo de infraestructura adecuada -parques, plazas, casa de la cultura, nueva casa consistorial y polideportivo...-, para el alcalde también es necesario que la política que lleva a cabo la Consejería de Ordenación Territorial ,no sea ajena a los problemas del municipio. "Es necesario un reequilibrio de las sucesivas coronas de crecimiento, ya que la segunda, en la que Parla está integrada, dispone únicamente de los residuos de la primera tanto en el terreno productivo como en el de equipamiento".
El Ayuntamiento de Parla persigue, desde su anterior mandato, un fin fundamental: la creación de empleo y de un tejido industrial mínimo. Aunque han existido desde entonces iniciativas de reinserción y fomento de empleo, en numerosas ocasiones no se han concretado en medidas especiales o desarrollos concretos para este municipio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.