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El toque español

Las imágenes y sonidos hispanos dan color a los discos y videos extranjeros

Diego A. Manrique

DIEGO A. MANRIQUE Le llamaban Diego, pero su verdadero nombre es Akira Nagayama. Era un celebrado violinista clásico en su Japón natal que a principios de los setenta oyó una música misteriosa que venía del extremo de Europa. Se plantó en España y tomó lecciones de los maestros del flamenco, intentando adaptar sus ancestrales técnicas a su instrumento. Akira, alias Diego el japonés, llegó a grabar un curioso elepé, Reencarnación, donde su arco se aproximaba a los broncos lamentos de cantaores y tocaores. Casi simultáneamente, un hirsuto guitarrista anglosajón llamado lan Davies editaba un disco con bulerías, farrucas, martinetes y rondeñas compuestos por él mismo. Los dos guiris habían caído bajo el embrujo del flamenco y quisieron dejar su marca en el país originario.

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Del goteo al aluvión

Nada extraño, dicen los aficionados, que cuentan ristras de historias sobre bailaoras de Ohio envenenadas por el duende, guitarristas de Ojos rasgados perdidos por las cuevas de Granada, exiliados felices a causa de su pasión por la música andaluza.

La música rock, basada en la guitarra, abunda en citas de Francisco Tárrega y otros maestros españoles, insertadas con mayor o menor sentido de la oportunidad. Así, Robbie Krieger recuerda sus estudios de guitarra clásica en Spanish caravan, un tema de los Doors que expresa añoranza por la vida libre de los gitanos de Andalucía, etnia que ha inspirado igualmente a Santana y otros grupos de éxito. Son visiones de España teñidas por el romanticismo de Washington Irving. Bob Dylan, que estuvo largo tiempo empeñado en grabar sus canciones en castellano, se enfrenta a la separación de la amada en Boots of Spanish leather. Ella se viene a España y le ofrece volver con "algo delicado / hecho de oro o de plata / de las montañas de Madrid o de la costa de Barcelona" y él, atormentado por la separación, rechaza esos regalos para resignarse finalmente pidiendo "unas botas de cuero español".

Brigadas

La experiencia de los voluntarios del Batallón Lincoln también se saldó con la importación de canciones populares e himnos de la guerra civil. En la serie Folkways, distribuida aquí por Discoplay, hay varias muestras enternecedoras de grabaciones de veteranos norteamerienos que recuerdan las canciones de los frentes y las cárceles españolas. El contrabajista Charlie Hadan ha usado ese material, tan cargado de resonancias históricas, como base de espléndidos discos de jazz politizado.

Las españoladas que nos vienen del Reino Unido insisten en recordar la contienda civil, rescoldos de lecturas de Orwell y Hemingway. En el caso de los Clash, el más popular y duradero de los conjuntos aparecidos durante la fiebre del punk, se explica por sus vínculos personales con Andalucía; Joe Strummer, miembro y portavoz del grupo, ha trabajado incluso con los granadinos 091 en calidad de productor. Uno de los números más memorables de los Clash es Spanish bombs, donde retratan a sus compatriotas divirtiéndose junto a los lugares "donde murieron los luchadorres por la libertad", mencionando de paso la muerte de Lorca, "los agujeros de balas en los muros del cementerio, los coches negros de la Guardia Civil". Los Stranglers, otro grupo con similares orígenes, han editado Spain, donde declaran su amor por nuestro país y apuestan por un futuro radiante si "toman una lección de sus vecinos. / Les mostrarán lo que no deben hacer". Más curiosidades sintomáticas: el grupo The Durutti Column (sic) o el sello CNT Records, con lemas como They shall not pass (No pasarán) o Hijos del pueblo, a las barricadas.

'Flamenco-rock'

Un detalle para la historia: los británicos intentaron lanzar internacionalmente el flamencorock, ese fantasma que siempre ha obsesionado a los músicos jóvenes españoles. Carmen, un quinteto asociado brevemente a David Bowie, publicaron -!en 1972!- un potente disco titulado Fandangos in space, donde no faltan zapateados apasionados, castañuelas a go-gó, plagios variados y frases tan inolvidables como "en el café se Sevilla / they get down al tiroteo"

Junto con los periodistas y fotógrafos que llegan a cubrir the Spanish movida también desembarcan equipos de vídeo dispuestos a captar un fondo pintoresco para las contorsiones del artista de moda. Pueden ser paredes blancas y rostros arrugados para el Gold de Spandau Ballet o la explosión fallera que anima un clip de Blancmange. Los nuevos diseñadores gráficos del pop han recurrido con igual descaro a toda la iconografia del typical Spanish, como se comprueba en los toreros y bailaores que decoran portadas de grupos, y solistas como ABC, Duran Duran o Marc Almond.

Este último personaje, visitante habitual de los escenarios españoles, ha tenido a bien introducir en sus discos la mitología gay local, con referencias a doña Concha Piquer y otras barrabasadas. Marc ha grabado en los estudios Ibiza Sound algún tema en castellano, como Cara a cara, pieza de Manolo García, de los barceloneses El último de la Fila.

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