Tormenta política en el Reino Unido ante la elección del sistema de radar volante
El Gobierno británico hará pública el próximo jueves una de sus decisiones más conflictivas desde el asunto Westland, cuya gestación costó al Gabinete de Margaret Thatcher la salida de dos miembros hace exactamente un año. En este caso, en vez de helicópteros, se trata del sistema aerotransportado de alerta y control a instalar en los aviones de la Royal Air Force, la legendaria RAF, adjudicado aparentemente a la compañía norteamericana Boeing en lugar de a la británica General Electric Company (GEC).
La tormenta política estalló el fin de semana, cuando el presidente de la GEC, el ex ministro conservador Jim Prior, acusó al Ministerio de Defensa de "prejuicios" en contra del sistema Nirrirod, desarrollado por su compañía desde 1977 y en el que sucesivos Gobiernos se han gastado ya la cantidad de 900 millones de libras (unos 175.000 millones de pesetas).La petición de Prior de que se nombrase una comisión de expertos independientes para decidir entre el sistema Nirnrod y el AWACS (Airbone Warning and Control System), de Boeing, ha provocado las iras de los responsables de la Fuerza Aérea británica, para quienes las declaraciones de Prior "cuestionan la integridad de la RAF". La RAF tiene unos sistemas de alerta y control aerotransportados totalmente obsoletos, instalados en viejos bombarderos Shackleton de la II Guerra Mundial. El sistema Nirrirod, que la General Electric lleva años desarrollando a bordo de un veterano reactor Comet IV, no acaba de satisfacer las exigencias del Ministerio de Defensa.Según ha informado la televisión británica, en una reciente prueba realizada por los técnicos del ministerio, mientras que el AWACS de BoeIng fue capaz de reconocer la totalidad de los blancos detectados por un radar de tierra y algunos más que éste no había identificado, el Nimrod sólo consiguió localizar la mitad.
Hasta el momento, un total de 100 diputados de todos los partidos, entre los que se encuentra el ex ministro de Industria, conservador, Cecil Parkinson, han firmado una moción en la que se pide al Gobierno que escoja el sistema Nirrirod con el fin de proteger los puestos de trabajo y las exportaciones de la industria británica. Aparentemente, General Electric espera unos pedidos del Nirrirod valorados en unos 400.000 millones de pesetas, que se evaporarían si el Gobierno se decidiera por los AWACS, de la compañía norteamericana. El AWACS lleva varios años en servicio a total satisfacción de los mandos de la Alianza Atlántica. Boeing ha prometido la creación de 5.000 puestos de trabajo en el Reino Unido si consigue el contrato.
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