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LAS GUERRAS DE LA PANAMERICANA / y 3

Honduras quiere que la 'contra' se vaya

CARLOS RAMOS, ENVIADO ESPECIAL, Tanto el Gobierno como los militares hondureños han llegado a la conclusión, después de los enfrentamientos fronterizos de los últimos días, que la contra nicaragüense (los grupos rebeldes que combaten contra el régimen sandinista) debe salir de territorio hondureño, según la apreciación de observadores y diplomáticos. Una semana después del comienzo de los incidentes, distintas fuentes coinciden también en que todo fue simplemente "una incursión más de los sandinistas".

En su intención de deshacerse de la contra, el Gobierno hondureño cuenta, al parecer, con el respaldo de Estados Unidos, al que sólo le preocupa actualmente encontrar un sitio al. que desplazar ese ejército de 5.000 o 6.000 hombres, que hoy da la impresión de estar desordenado y desmoralizado.La decisión de los círculos de poder hondureños para que la contra abandone Honduras se ha tomado por varias razones. En primer lugar -explican-los observadores-, porque, de continuar las fuerzas rebeldes nicaragüenses en Honduras, también seguirían las incursiones punitivas de los sandinistas.

Fuentes diplomáticas estiman que los militares hondureños, pese a haber sido acusados en ocasiones de estar implicados en casos de corrupción, conservan un sentido del nacionalismo que les hace ver las incursiones sandinistas como violaciones a la soberanía de Honduras. Lo mejor para evitar esta afrenta, según este argumento, es expulsar a la contra. Por otro lado, lo sucedido esta semana ha dejado claro a los militares hondureños y al mismo Gobierno el grado de aislamiento en que Honduras se encuentra ante la comunidad internacional. Únicamente el presidente José Napoleón Duarte, desde el vecino El Salvador, ha dado apoyo moral a Honduras. El resto de naciones la ha condellado o al menos ha mostrado indiferencia.

Aunque tanto militares como funcionarios del Gobierno han obtenido sustanciales beneficios económicos con la presencia estadounidense, todo esto ha hecho pensar que el precio que se está pagando por empeñar el país a Estados Unidos es demasiado alto.

Existen además problemas de orden social interno. La zona que ocupa la contra es la mejor de Honduras para el cultivo del café. Las protestas del influyente gremio de caficultores son cada día más fuertes. Este año se cree que se perderá una cosecha de más de 60.000 quintales de café La contra simplemente ha impedido que allí se cultive o corte café.

El Gobierno de Tegucigalpa ha encontrado con la crisis que afecta a Washington por la venta de armas a Irán y el desvío de fondos a la contra un momento idóneo para sugerirle al menos a Estados Unidos que la presencia de los antisandinistas en Honduras trae demasiados problemas a este país.

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Tomada la decisión para que la contra abandone Honduras, el problema viene a la hora de buscar a dónde llevar a los antisandinistas. La posibilidad de que instalen sus bases en el interior de Nicaragua parece, por el momento, difícil, dada su baja capacidad de combate y el poderío que despliegan los sandinistas con sus helicópteros soviéticos. "Ya habrá algún genio del Pentágono al que se le ocurra algo", comentó a este respecto un diplomático entrevistado.

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