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REVUELTA ESTUDIANTIL EN FRANCIA

Chirac aplaza el debate de todas las reformas sociales

Lluís Bassets

Los estudiantes franceses, con el Gobierno de Jacques Chirac en pleno retroceso, se manifestarán hoy de nuevo bajo el lema Plus jamais ça (nunca más esto), como expresión de repulsa por la violencia que se abatió sobre su movimiento. El propio presidente de la República, François Mitterrand, expresó ayer rotundamente su simpatía hacia los jóvenes v su adhesión al lema de rechazo de la violencia, mientras Chirac anunciaba el aplazamiento hasta abril de la entrada en el Parlamento de todos los proyectos de ley que afectan a reformas sociales, empezando por el código de la nacionalidad.

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Pausa de reflexión

Los estudiantes han conseguido de nuevo, después de las vacilaciones de primera hora, la adhesión de gran parte de los sindicatos a la convocatoria de manifestación de hoy. La organización de la manifestación se ha fijado un largo recorrido y una única consigna, acompañada de pancartas sin inscripciones, brazaletes y pañuelos negros, en homenaje a Malik Oussekine, fallecido después de ser apaleado por policías de la brigada motorizada. Las asociaciones de padres de alumnos cerrarán el cortejo, para simbolizar la inexistencia de relaciones entre este movimiento pacífico y tranquilo y los enfrentamientos sangrientos que conmovieron París desde el jueves hasta la madrugada del domingo.Más de 100 intelectuales, entre los que se cuentan Maurice Blanchot, Daniel Buren, Michel Putor, Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Marguerite Duras, Pierre Klossowski, Michel Leirís, Jeanne Morenau, Bertrand Tavernier y Agnés Varda, se han adherido a la convocatona y han firmado una carta en la que "dan testimonio de la renovación decisiva de sensibilidad que es la obra de las nuevas generaciones". Este movimiento "es portador de exigencias de dignidad, de igualdad y de respeto al prójimo, a las que sería escandaloso no responder", dice el manifiesto.

Servicio de orden

Un número importante de abogados, médicos y magistrados, portando cascos blancos con la inscripción grupo de vigilancia, cuidará del desarrollo de la manifestación, control de provocaciones y ayuda a los posibles perjudicados. Este grupo ha sido creado para vigilar en el futuro el derecho constitucional de manifestación, en peligro por las actuaciones violentas de la policía y de los provocadores.

Georges Kiejman, abogado de la familia del joven Malik Oussekine, ha declarado sus sospechas sobre las circunstancias del fallecimiento. Según su relato, las primeras versiones pudieran ser falsas y el joven podría haber fallecido de un golpe en la nuca. Distintos periódicos de París insistían ayer en el tema de los provocadores, recogiendo graves acusaciones sobre las posibles relaciones entre éstos y el Ministerio del Interior. Según Liberation, habría sido reconocido un funcionario de policía en uno de los provocadores cuya imagen pudo ver toda Francia en la televisión, incluso en abierta confrontación con el servicio de orden estudiantil que intentaba frenarle.

El secretario del sindicato de policías de las CRS (Compañías Republicanas de Seguridad), Jean Pierre Maljean, ha escrito al ministro de la Seguridad, Robert Pandraud, diciéndole: "Me pregunto si se han puesto todos los medios para que la manifestación se desarrollara de principio a fin pacíficamente y, a este efecto, espero que los rumores que circulan en ciertos pasillos no tengan fundamento (dejar hacer al final de la manifestación para retomar la iniciativa)".

Una familia valiente

El presidente de la República FranQois Mitterrand, visitó el lunes a la familia Oussekine acompañado del premio Nobel de la Paz, Elie Wissel. En sus declaraciones de ayer, en las que rindió también homenaje a los policías heridos, aseguró que los familiares del Joven fallecido son "una familia noble y valiente". La familia Oussekine aseguró que la entrevista estuvo "llena de emoción y sencillez" y que le pidieron al presidente su ayuda "a los inmigrados para vivir en Francia con dignidad".

El embajador de Francia en Argel fue convocado por el ministro de Asuntos Exteriores para transmitirle la indignación argelina por la muerte de Malik Oussekine y de Addel Benyahia, joven de 20 años, muerto el mismo viernes pasado por los disparos de un inspector de policía ebrio, en la periferia de París, cuando se interpuso en una reyerta. El policía, que ha sido sancionado, está en libertad provisional.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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