Una biblioteca orientada hacia la sabiduría de Asia
La biblioteca de la futura Fundación Tàpies ocupará unos 240 metros cuadrados, del total de 3.372 metros cuadrados de superficie construida que tendrá el edificio Montaner i Simón tras las obras de reforma proyectadas por los arquitectos Roser Amadó y Lluís Domènech. Pero tanto en los planes de los arquitectos como en las ideas e ilusiones del artista, la biblioteca es un espacio especialmente significativo de lo que será la fundación."A la biblioteca le doy mucha importancia", explica Antoni Tàpies, "porque tiene que ser uno de los elementos más dinámicos de la fundación y porque la colección de libros sobre arte, ciencia y espiritualidad oriental con que queremos dotarla puede servir para llenar un vacío a nivel español en cuanto a conocimiento de las artes, ciencias y pensamiento de Oriente". A este respecto, la Fundación Tàpies espera contar con completísimos fondos de libros sobre conocimiento oriental, especialmente de China, en traducciones francesas e inglesas. Algunos de estos textos serán adquiridos y otros proceden de la biblioteca personal del artista. "Sobre todo", explica Tàpies, "lo que quiero es demostrar que muchas de las raíces de lo que llamamos modernidad, incluido el Modernismo, nos vienen dadas desde Extremo Oriente; me gustaría fomentar el estudio de los creadores de Asia".
A nivel arquitectónico, la biblioteca de la Fundación Tàpies promete ser un espacio destacable, que ocupará la parte central de la primera planta del edificio. A través de unas grandes estanterías pueden verse desde este espacio los vitrales modernistas de la casa. Todo el conjunto será al mismo tiempo amplio y recoleto, de modo que pueda propiciar, como quiere Tàpies, el estudio y la meditación.
