Los damnificados del Nevado del Ruiz esperan aún ayuda

ENVIADO ESPECIALLa televisión mostró al mundo, hace un año, el drama de la niña Omayra Sánchez, quien murió tras una agonía de 72 horas, atrapada en las ruinas de Armero, el pueblo colombiano borrado del mapa el 13 de noviembre de 1985 por la erupción del volcán Nevado del Ruiz. Los damnificados esperan aún ayuda.

La de Omayra fue una de las miles de historias trágicas que se vivieron en Armero a causa de la erupción del Nevado del Ruiz, 250 kilómetros al oeste de Bogotá. La avalancha volcánica produjo 23.080 muertos, 5.000 heridos, 229.154 damnificados y pérdidas materiales de casi 23.000 millones de pesetas.

Un año después, el volcán "sigue tan activo como el 13 de noviembre", dice Hans Jürgen Meyer, director del observatorio de vigilancia. "Va a volver a entrar en erupción, pero no se puede saber cuándo", agregó. ,

Este año, el volcán ha estado emitiendo gases y cenizas sin interrupción. Desde mayo presenta un nivel de actividad elevado. Pese al riesgo, muchos damnificados, desesperados por la lentitud de la ayuda gubernamental, han regresado a lo que fue Armero, hoy una extensión desolada erizada de tumbas y cruces.

Las quejas contra la inactividad del Gobierno parecen confirmadas por las dimisiones de dos gerentes de Resurgir, fondo creado por el Gobierno colombiano para reconstruir las áreas afectadas, quienes abandonaron el trabajo por la lentitud burocrática.

Se calcula que unos 30.000 afectados esperan aún, en precarios campamentos, la entrega de una vivienda.

Hasta ahora, los organismos estatales y privados de ayuda han adjudicado apenas dos centenares de casas y confían en entregar el próximo años otras 700, a todas luces insuficientes para el número de damnificados. El plan central del Gobierno consiste en la construcción de una nueva ciudad que sustituya a la desaparecida, con capacidad de albergar a 35.000 personas.

Entre tanto, se multiplican las denuncias sobre el mal uso de la ayuda internacional y de las colectas nacionales para los damnificados por la erupción del Nevado del Ruiz. La diputada Pilar Villegas, planteó ante la Cámara de Representantes que unos 700 millones de pesetas entregados a la Cruz Roja Internacional aún están en una cuenta en Suiza. Denunció además que unos 80 millones de pesetas, recogidos en colectas nacionales, se encuentran en fondos de ahorro locales, sin emplearse en labores de asistencia a los damnificados.

En el debate parlamentario sobre el destino de la ayuda internacional se preguntó también por el paradero de cuatro plantas eléctricas donadas y se pidieron aclaraciones por el uso dado a varias ambulancias, entre ellas, la entregada por la reina Sofía de España, que nadie sabe dónde se encuentran.